Oaxaca y Guerrero: elecciones turbias
Bajo un fuerte operativo militar, quema de casillas, robo de boletas y algunos enfrentamientos, se llevó a cabo el proceso electoral 2015 para la elección de representantes en el territorio mexicano, donde principalmente se registraron conflictos en Oaxaca y Guerrero.
El gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, mencionó que hubo algunos incidentes en los municipios de Tehuantepec, Juchitán y San Blas Atempa; en donde diversos sujetos no identificados evitaron la instalación de casillas, así como la quema de material electoral.
Desde el pasado lunes, miembros que conforman la CNTE realizaron boicots a las elecciones del estado, considerándolas como “una farsa”. Dentro de sus exigencias al gobierno, se pide la derogación de la reforma educativa, rubro que los afecta directamente.
Otro de los incidentes controversiales del día en Oaxaca, fue la muerte de José Alfredo Jiménez Cruz, ex edil de la comunidad de San Miguel Chimalapa; la causa de su muerte, cinco balazos, donde las autoridades reportan muerte instantánea muy cerca de las casillas donde votaban los ciudadanos, provocando que muchas personas abandonaran las casillas, omitiendo hacer efectivo su voto a los candidatos de los distintos cargos.
En Guerrero uno de los principales descontentos y que evitó se llevarán a cabo las elecciones, fue la intervención de los padres y compañeros de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, quienes a primera hora del día, tomaron diversas casillas llenas de boletas y cuadernillos electorales, mismas que incendiaron en su totalidad.
Se registró la quema del 20% del material electoral en 14 de los 54 centros de votación, ocasionando que el órgano electoral de Guerrero anulara los comicios en el municipio de Tixtla.
Las elecciones a lo largo del territorio sufrieron de contratiempos y ataques para que no se llevaran a cabo de la mejor manera, pero pese a los intentos de los opositores, en los estados de Guerrero y Oaxaca se registró una participación aceptable de la ciudadanía, donde en su mayoría, hubo saldo blanco. Se esperan las cifras oficiales para que los partidos ratifiquen sus gobiernos o bien, para que hagan el cambio de posesión.