MUJERES SOMETIDAS A LA ESCLAVITUD MODERNA DEL TRABAJO DEL HOGAR
El trabajo doméstico es considerado ahora una forma de esclavitud moderna de las mujeres, al tiempo que el trabajo no remunerado es tal que representa el 20% del Producto Interno Bruto del país, más allá de otros sectores, de acuerdo a estudios de la ONU en México.
La Diputada Federal, Julisa Mejía Guardado, comentó que la igualdad de género en el ámbito laboral sigue siendo uno de los grandes pendientes del Estado Mexicano con su sociedad, donde la reforma laboral aprobada por el gobierno y sus aliados lejos de mejorar los derechos de los trabajadores, los reduce y en particular a las mujeres las expone a mayor explotación.
El trabajo decente que los organismos internacionales y los convenios firmados unos y otros aún no ratificados por el gobierno federal, recordó, piden que sea una realidad en México, está muy lejos de lograrse por la omisión de las propias autoridades laborales que no velan por el cumplimiento de las leyes vigentes a favor de los trabajadores, como es el caso de los jornaleros agrícolas, mujeres indígenas que son explotadas sin protección alguna, porque “lo poco que queda de derechos de los trabajadores, no hay quien los haga cumplir, menos la autoridad”.
Mejía Guardado aseguró que es necesario cumplir los estándares mínimos laborales para la igualdad de género, terminar con los contratos de protección de las empresas que sobre todo dejan en la indefensión a las trabajadoras, promover el aumento al salario mínimo que generalmente ganan las mujeres por estar en empleos pocos productivos y de servicio, al ocupar en la pirámide laboral la parte más baja, generar acciones afirmativas de género y que la transversalidad pendiente en el Congreso, se apruebe y mejore calidad e igualdad en el empleo.
“Solo en el ámbito laboral, hay muchas cifras que hablan por sí sola: el trabajo no remunerado que realizan en un 90% las mujeres, representa por su valor el 20% del PIB; el trabajo doméstico pagado lo realizan en un 92.2% mujeres, que forman parte de esta esclavitud moderna tolerada como la califican; los empleos mal pagado son para mujeres; el hostigamiento, discriminación y violencia laboral son en contra de ellas, principalmente y la informalidad sigue siendo el gran problema de nuestra economía que no crece y no crea empleos de calidad”, subrayó.
Agregó que la misma ONU menciona que combatir la pobreza no es sinónimo de igualdad de género, ya que si bien se logra sacar de la marginalidad a las familias, es necesario refirmar políticas transversales de género en la sociedad para que disminuya la discriminación, que exista democracia sindical donde las mujeres trabajadoras accedan a cargos de dirección, al igual que en las empresas donde trabajan.
La legisladora del Sol Azteca dijo que ante la omisión del Estado, el engaño es una de las formas en que se emplean a miles de mexicanas en el área de servicios, haciéndoles creer que son parte de una gran empresa, que no son trabajadoras sino microempresarias y por ello, tienen la posibilidad de ganar dinero extra en la venta de productos por catálogo, sin ingreso alguno asegurado ni seguridad social, solo una comisión por lo que vendan en la que cerca de un millón de mujeres están siendo explotadas en México diariamente.
Llamó a los legisladores de la próxima legislatura a revertir la reforma laboral y revisar la economía de subsistencia como las promotoras de belleza, de productos diversos y venta por catálogo en la que se explota a las mujeres sin consideración, y donde debe existir una normatividad como en otros países, donde se les garantiza un ingreso mínimo por ley, además de sus comisiones y otros extras.