SIETE MILLONES DE JÓVENES SIN ESCUELA Y SIN TRABAJO
Más de 7 millones de jóvenes en Mèxico sin sin, es decir, sin oportunidades de estudiar ni de trabajar, inmersos en un contexto social como el que hoy atraviesa México, son presa fácil del crimen organizado; se trata no sólo de un asunto educativo, sino laboral. El 17.9% de los jóvenes entre 16 y 29 años se encuentran en riesgo.
Mónica Tapia, directora de Synergos y Tere Lanzagorta directora de YouthBuild International México, proponen la sustitución del término ninis por sin sin o jóvenes oportunidad, con la intención de hacer énfasis en la búsqueda de oportunidades por parte de los jóvenes y en la posibilidad que significan para el Estado; es decir, no son jóvenes que hayan decidido mantenerse sin ocupación.
Los programas de segunda oportunidad deben convertirse en una prioridad nacional para resolver la situación de los sin sin y darles una nueva perspectiva de desarrollo. Asimismo, la alta deserción escolar hace más complejo el problema. Del universo de 31.6 millones de jóvenes, 20 millones han abandonado la escuela antes de concluir el bachillerato y se calcula que el número de jóvenes que interrumpen sus estudios en dicho nivel educativo, asciende a 625,000 al año.
En el rubro laboral, la cuarta parte de los empleos formales necesarios y los empleos disponibles no se cubren porque no hay candidatos (jóvenes) con las competencias necesarias. En este contexto, diferentes iniciativas de la sociedad civil, la academia, el gobierno y la iniciativa privada que han buscado resolver esta situación, convergen en CLASE en movimiento, que busca mejorar el proyecto de vida de los jóvenes, mediante más y mejores oportunidades.
CLASE en movimiento junto a instituciones como el IFIE, Synergos, el PIPE del CIDE, YouthBuild International, convocan al encuentro “Más y mejores oportunidades para los jóvenes” que se llevará a cabo el 18 de junio próximo en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) México de las 9 a las 18 horas.
En este encuentro se abordarán los riesgos de la falta de oportunidades para los jóvenes y cómo resolver esta situación, a través de tres vertientes: la permanencia en la escuela, la necesidad de fomentar una conexión entre el trabajo y la escuela y los programas de segunda oportunidad.