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Economía mexicana y la Regla 70

La Regla 70 es la aplicación de Ley de manera muy simple que establece el número de años que se necesitan para que una determinada variable se duplique, es decir, cuando se requiere conocer cuánto tiempo toma algo para duplicarse basta usar la regla llamada del 70. No se requiere pues de fórmulas matemáticas, no de grandes conocimientos en economía y mucho menos recurrir a una calculadora financiera o a alguien que sepa usarla.

Esta fórmula explica que si Usted tiene un ingreso de 4 mil pesos y la tasa de crecimiento del PBI y la economía del país es del 6 por ciento anual, lo que prometió el presidente Enrique Peña Nieto al inicio de la administración, Usted podría duplicar su ingreso en no menos de 11.7 años. De acuerdo a la explicación del destacado maestro en economía Marcelo Vildoza Velázquez, en ese tiempo su ingreso de cuatro mil pesos podría verse duplicado. Es decir, se requiere de cuando menos dos sexenios para que su dinero vea resultados de una tasa x de crecimiento anual. La sorpresa para todos los mexicanos es que en tres sexenios las tasas no han pasado del 2 por ciento anual, lo que significa que para duplicar los ingresos de un mexicano promedio se requieren 35 años, lo que se traduce, según la regla 70, en seis sexenios.

La Ley del 70 dice que al uno (1%) por ciento por años, va a tomar 70 años en producirse la duplicación, ya sea de dinero, población y otras variables. Siguiendo el mismo razonamiento al (2%) dos por ciento va a tomar (70/2) lo que es igual a 35 años. Entonces si vamos al (3%) tres por ciento va a tomar en tiempo (70/3) 23 años y así sucesivamente.

Es urgente y necesario pues matizar este modelo económico neoliberal vigente en México desde los años 80, que la actual administración pública federal conserva, que, pese a su agotamiento, mantiene al país en la recesión y el empobrecimiento de la mayoría de su población. Sin embargo, especialistas entrevistados opinan que para lograr este objetivo el Gobierno tendría que emprender acciones de política económica encaminadas a recuperar realmente un mercado interno devastado por 30 años de neoliberalismo, propiciar un incremento sustancial en los salarios, convencer a los empresarios de la necesidad de alcanzar este objetivo y, sobre todo, resistirse a los planes “shock” que imponen los organismos financieros internacionales.

Luego de tres décadas de aplicación indiscriminada del modelo económico mexicano, las contradicciones inherentes a dicho estándar económico deshumanizado han evidenciado su caducidad mediante la existencia de cientos de millones de damnificados en el mundo y en el caso de México de 53 millones de pobres, según los conservadores datos oficiales, y más de 80 millones de acuerdo con expertos independientes. Las huellas del neoliberalismo también son evidentes en el ámbito del empleo, pese a la disparidad en los recuentos. Mientras el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estima en 2.5 millones el número de los desempleados abiertos, el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), más de nueve millones.

De seguir la misma ruta, pese a las desbordadas evidencias de agotamiento del modelo, el futuro inmediato del país es el estancamiento económico.

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