Elsabueso Mexiquense
Terrorismo fiscal para recaudar
Con el anunció del día de ayer de la Secretaria de Hacienda respecto a aplicar el 16 por ciento a tiendas de conveniencia y alimentos preparados se marcará el retorno del llamado "terrorismo fiscal", con la entrada en vigor de las nuevas disposiciones fiscales derivadas de la Reforma hacendaria recientemente aprobada, la cual trae de regreso tales prácticas; por ejemplo, la facturación electrónica exigible a todos los negocios sin importar su tamaño o giro, constituye una medida francamente lesiva para los contribuyentes. Lo anterior origina ya desasosiego e incertidumbre entre las empresas y, no hablemos del pavor que invade a los negocios familiares y micro empresas en el tema de la supresión del régimen de REPECOS y la facturación electrónica.
Los empresarios consideran que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) actua con alevosía y en perjuicio de las tiendas departamentales y de conveniencia, ya que no implementó ningún programa serio de información respecto a la medida. Piensan que las nuevas disposiciones fiscales están generando las condiciones para "una gran recesión en México, acompañada de presiones inflacionarias, además los nuevos gravámenes, como los Impuestos Especiales a Productos y Servicios (IEPS), golpearán severamente a la economía popular".
Lo cierto es que los empresarios no ven hacia dentro de la administración medidas de austeridad que contribuyan a mejorar la situación económica, es decir, están de acuerdo en que se tomen medidas pero piden empiecen por casa. Que el gobierno disminuya sueldos y salarios, en especial a titulares y directivos, que termine con gastos onerosos como viajes, arrendamiento de transportes, asesores, etc., que solo son compromisos políticos y engrosan la burocracia mexicana.
Además, abundaron, rechazar la eliminación del Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repecos) para trasladarlos a un régimen de incorporación. Además habría que pensar en dar un trato idéntico a las grandes empresas trasnacionales con ganancias multimillonarias y equipos de abogados, contadores y administradores que en conjunto, con sus altas directivas, aplican corrupción en forma de tráfico de influencias para evadir cifras escandalosas de miles de millones de pesos, pero que, en contraparte, un pequeño negocio familiar o un auto empleado no tiene esas condiciones pero que ahora tendrá que comprar una computadora, contratar internet.
Desgraciadamente, con la des-información y mala publicidad se fomenta en la sociedad una idea de terrorismo fiscal, donde se intimida a los contribuyentes, que por desconocimiento lamentablemente, siempre salen perdiendo.
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