ADIÓS LOLITA
Hoy murió frente a mí, una ancianita. Doña Lolita. Mujer poblana, madre de 13 hijos y "titipuchal" de nietos. De pueblo con todos sus asegunes. De 91 años, fuerte, de las de antes dijo su nieta. La comida del nosocomio no mas no le cuadraba. Extrañaba las tortillas hechas a mano y el olor del fogón de su casa. Una trombosis pulmonar la venció, rapidito en segundos. La vi morir, me di cuenta que era su última bocanada de aire; literalmente frente a mis ojos. En el transcurso de la noche, ella decía que ya se iba; que los suyos ya se le habían presentado, que ya no aguantaba, que ya no aguantaba nada. La habían operado de una fractura de cadera. Le dolía mucho su cadera y su panza, decía. En la madrugada a su nieta y a mi nos atravesó un aire frío, nos despertó de golpe. Nos volteamos a ver y la frase fue la misma: sentiste? De dónde salió viento si no hay ventanas? Después la vi voltear y hablar sola. Su nieta dormía. Ella tenía solo un ojito; le extirparon el otro por enfermedad o no se que. Solo esperó que llegara su hija, la más chica que venía de Veracruz. Ya no la alcanzó. Falleció unos segundos antes que entrara al cuarto. Vi cuando su pupila se dilató al tratar de reanimarla y ver si respiraba. Las dos salimos corriendo. Su nieta atravesó el corredor largo, largo...quizás el más largo de su vida. Salí detrás y traje casi a arrastras a dos enfermeras se cruzaron en mi camino. Les dije: se nos va, no responde. Ellas la movieron la inyectaron entraron con aparatos respiradores y reanimadores con choques ya no pudieron hacer nada su frágil y desgastado cuerpo se arqueaba sobre la cama con cada descarga. Poco a poco fueron saliendo los médicos y enfermeras. Sólo quedó su cuerpo pequeño, viejo, desgastado por el tiempo; pero tranquilo en el sueño de los justos. Fueron unos segundos de angustia para todos. Pero yo se que ella ya sabía lo que venía; su pupila fue su último tiket hacia lo eterno. Así de frágil e instantánea es nuestra existencia. Casi 100 años se reducen a un instante. Estoy agotada hoy nuevamente me toca velar en la estación aquella donde se toman los trenes a la eternidad ... Mi Refugio de Papel