GUÍA PARA APROBAR CAMBIOS EN LA LCYT
El libro La política parlamentaria en Ciencia, Tecnología e Innovación busca ser una guía para los nuevos diputados y senadores que iniciarán sesiones el primero de septiembre de 2015 la LXIII Legislatura para evitar perder tiempo en la curva de aprendizaje que implica entender al sector CTI.
Con la publicación, se busca que los nuevos parlamentarios entiendan cuáles son los pendientes y agilicen la aprobación de las leyes que hagan más dinámico al sistema.
Durante la presentación del libro, el diputado Alejandro Rangel dijo que el texto permitirá a los próximos diputados contar con información suficiente para aprobar sin mayor demora las modificaciones a la Ley de Ciencia y Tecnología en sus artículos 40 bis y 51 y la fracción XII del artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos que facilitan la vinculación entre investigadores y empresas.
El también coordinador del texto, editado por el Foro Consultivo, Científico y Tecnológico A.C. (FCCyT), dijo que ambos instrumentos legales fueron devueltos por el Senado con algunas modificaciones, y como no cambiaban sustantivamente su contenido, se dictaminaron pero no serán aprobadas en la presente legislatura, que termina el 31 de agosto.
“Se hubieran aprobado en las últimas sesiones, con todo y los cambios que envió el Senado, pero hubo la duda de si los cambios tendrían un impacto presupuestal que no pudiera ser subsanable por ahora.
Tras estudios realizados por diversas instancias, entre ellas la Unidad de Estudios de Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, no hay impacto presupuestal”, explicó; sin embargo, ya no habrá tiempo para aprobar ambas leyes en el pleno.
Entre las modificaciones que realizó la cámara alta, y que abren la posibilidad de que científicos sean socios o creen su empresa a partir del conocimiento que generan, se considera que otras entidades institucionales sean beneficiarias de las modificaciones a la ley. De acuerdo con Rangel Segovia: “nosotros disponíamos que sólo participaran instituciones de educación superior; ellos modificaron que sea para todo el espectro de educación, pensando en instancias de educación media superior como los Conalep y Cebetis”.
En su turno, el diputado Benjamín Félix Hays, presidente saliente de la Comisión de Ciencia y Tecnología, añadió que se entregará a los nuevos legisladores el libro blanco para que las próximas comisiones “tengan muy claro qué fue lo que se hizo, qué está en proceso y cuáles son los objetivos alineados por los tres principales partidos al inicio del sexenio, uno de los cuales fue impulsar la inversión en CTI”.
Por su parte, Adriana Guerra, secretaria Técnica del FCCyT, dijo que con las sinergias alcanzadas entre los distintos actores del sector del CTI “hemos entrado a una etapa de recuperación de un futuro con esperanza basada en el conocimiento, donde la cadena educación-ciencia-tecnología-innovación y empresa va estableciendo vínculos que pueden llevar a la población a mejores condiciones de vida”.
El libro cuenta con la opinión especializada de cuatro actores en el sector: la visión política, la empresarial, la académica y la científica, ésta última a cargo del doctor José Franco, coordinador del FCCyT.
Está dividido en tres partes que relatan cómo se construyeron entre ambas cámaras los acuerdos en materia de CTI. El primer capítulo trata sobre el Desarrollo del diagnóstico. Iniciativas y consultas; el segundo se titula Dictamen positivo de Comisiones Unidas de Ciencia y tecnología y Transparencia y Anticorrupción, y Posicionamiento de Grupos Parlamentarios; el tercero son las conclusiones.
En la presentación participaron Irazema González, diputada local en el Estado de México; Raúl Rendón, director general de Innovación, Servicios y Comercio Interior de la Secretaría de Economía; SanJuana Cerda, coordinadora de diputados del Grupo Parlamentario Nueva Alianza y José Berrondo Mir, vicepresidente de Tecnología y Proyectos de Mabe.