“Desde la Tribuna”

“Algunas veces se necesita una persona de fuera, alguien con ojos frescos para ver la verdad” son las palabras de la escritora Ally Carter y describen el propósito de la columna que usted se encuentra leyendo. A través de éste espacio voy a compartir con usted un punto de vista, pero no como un experto ni como una autoridad sobre el tema, sino precisamente como un espectador, un aficionado ajeno al círculo al que pertenece el tema y que simplemente trata de aplicar una crítica, como la puede tener cualquier “hijo de vecina”.

Como buen espectador, me ubico “En la tribuna” y me siento a ver el circo que vivimos día a día, y como buen apasionado habrá cosas que celebre y cosas que me desagraden, sin embargo siempre observando cómo se desarrollan desde los temas más importantes en el mundo del deporte, el entretenimiento y los sucesos sociales, hasta los más triviales y absurdos, pero todos interesantes.

Así que lo invito, con bebidas y botanas a despejarse de la seriedad de este planeta y de permitir que alguien más se queje, para variar.

Tengo que admitir - para empezarnos a conocer- que hay muchas cosas que me desagradan, al igual que hay otras de las que disfruto y una de ella es la crítica. Aunque este primer encuentro podría causar una mala impresión, seamos honestos, a lo largo de su día usted se encuentra con más disgustos que con momentos agradables, porque si la vida estuviera llena únicamente de los últimos, sería bastante aburrida, por lo tanto estoy seguro que se siente identificado conmigo.

Habiendo dicho esto, creo que la mejor forma de empezar es con precisamente con aquello que a la mayoría de los mexicanos nos une y nos desune, nos ama y nos odia, nos rescata y nos mata: el futbol.

El mejor ejemplo de cómo nuestras vidas son el reflejo de un deporte tan popular, se encuentra en el hecho de que así como en la vida, el futbol está lleno de historias, alegrías y momentos mágicos pero también de decepciones, tristezas y enojos. ¿El fútbol es un espejo de la cultura mexicana? ¿Podemos encontrar las mismas situaciones que definen a nuestra cultura impregnada en el “pambol”?

En los pasados meses, la selección mexicana de fútbol se ha visto llena de controversias: una actuación paupérrima en la Copa América y un desempeño dudoso en la Copa Oro. En lo personal -como mexicano- el que la Selección Nacional de éste país triunfe, me alegra tanto como a cualquier otra persona que encuentre en la calle, no obstante, cuando escucho que “El representante de México” fue a dar una vergüenza épica en el cono sur de nuestro Continente, y que en nuestra zona apenas hemos logrado ganar un par de partidos con dudosos penales a última hora, me hace pensar: ¿en realidad estos pelados representan a nuestro país? Evidentemente la palabra de “representantes” no quiere decir que sean ejemplo de nuestra cultura en general, sino que solo son un cuates que juegan fuchoy que se hacen llamar los mejores de nuestro país. Pero el punto aquí es darnos cuenta que tal vez si nos representan culturalmente, a través del fútbol, por ejemplo:

Los seleccionados nacionales, en ambas competiciones llegaron con grandes expectativas, debido a que aparentemente, son reconocidos por muchas personas como atletas con talento, pero para variar a la hora de la hora no rinden lo que deberían, esta historia ha sido constante en el pasar de México por el fútbol, la pregunta es: ¿somos los mexicanos así? ¿Personas con potencial que nunca cumplen con lo que se espera de ellos?

Otro ejemplo, con polémica o no, en la competición de CONCACAF, México se ha visto apurado en por lo menos tres partidos (Trinidad y Tobago, Costa Rica y Panamá) a empatar o ganar el juego, han podido sacar el resultado en los últimos minutos, o para más fácil, ganaron de “panzazo”. ¿Vemos reflejado en nosotros y nuestra sociedad ese mismo fenómeno, el de hacer las cosas bien al último? de echarle “la flojera” hasta que sea inminente el esfuerzo? Tal vez, esta al juicio de cada persona, porque como dicen, cada quien cuenta dependiendo de cómo le fue en la feria. Lo que es seguro es una cosa, los futbolistas mexicanos están faltos de mentalidad: pocos son los que triunfan en el extranjero, porque no tienen el criterio ni la determinación para hacerlo, porque así somos nosotros, nos cuesta trabajo adaptarnos, porque somos de visión corta y eso lo vemos en nuestro país. Por cada buen diputado o senador, hay 5 o 6 que no se preocupan por utilizar el sentido común, por cada buen doctor, hay otro que se equivoca y perjudica al gremio. Por cada persona con talento para algo, siempre habrá algo que le impida llegar a donde se supone que tiene capacidad para hacerlo, simplemente porque la mentalidad no nos deja.

Así que la próxima vez que veamos jugar a la Selección Mexicana, démonos cuenta de esos pequeños detalles, a final de cuentas son mexicanos y los vicios culturales que tenemos se van a plasmar en cada partido que disputen.

Pero eso, es solo la opinión que tengo, viendo las cosas “Desde la Tribuna”