35 ANIVERSARIO LUCTUOSO DE ENRIQUE RAMÍREZ Y RAMÍREZ.

Hombre revolucionario e inquieto, a quien no se puede encasillar como militante, periodista, escritor, legislador o político, ya que encarnó todo lo anterior y de manera por demás brillante. Crítico y revolucionario, de un profundo compromiso social que lo llevó a ser miembro fundador de los albores de la izquierda mexicana, ese hombre era Enrique Ramírez y Ramírez.

DESCANZA EN PAZ

Enrique Ramírez y Ramírez , que por medío de esta nota vamos a recordar, fue un mexicano comprometido con su tiempo y su país. Miembro de una generación de ilustres mexicanos como Octavio Paz y José Revueltas, entendió desde su juventud la necesidad de pensar y actuar con una visión crítica de la realidad. Su formación intelectual le permitió participar en la vida nacional desde diverso ámbitos, desde su precoz militancia en el Partido Comunista Mexicano hasta el ejercicio del periodismo que lo llevó a fundar el periódico El Día.

Siendo parte del Partido Popular Socialista, fue de los primeros en vislumbrar la necesidad de unir las distintas posturas de izquierda para poder consolidar una fuerza política. Su militancia política siempre fue valerosa y no se alejó de su postura crítica y anti dogmática. Razón que lo llevó a alejarse de la postura radical del socialismo y, a pesar de que ser un pensador primordialmente marxista. Asumió que dicho pensamiento buscaba la transformación del contexto nacional e internacional mediante una metodología de aproximación a la realidad. Sus inquietudes políticas, pero sobre todo las periodísticas y literarias, no lo desviaron nunca de la constante de su vida, que fue sin lugar a duda su pasión por México. Pasión que lo condujo a enarbolar las causas que consideró justas y que lo llevaron a construir un pensamiento comprometido con el bienestar de su nación. Profundo conocedor de México y de su historia, Enrique Ramírez y Ramírez poseía un pensamiento poético, mismo que ha podido ser recopilado en una antología de reciente publicación. Para conocer al hombre es necesario visitar su obra. En sus letras Ramírez plasma nítidamente esa pasión que condujo su destino y que se llamó México. Mucho tenemos que aprender de él. Como legisladores, pero también las nuevas generaciones, tenemos la obligación de conocer el pensamiento de quien, militancias políticas aparte, supo imbuir de ese amor por México no sólo sus obras sino sus acciones. Observador pertinaz del devenir nacional; Enrique Ramírez también encarnó la profesión de periodista. Contribuyó a su labor el enorme talento político que siempre lo caracterizó, aunado por supuesto, a su perenne compromiso social, principalmente dedicado al movimiento obrero. Es pertinente volver nuestra mirada y rescatar las palabras y el pensamiento de legisladores y patriotas como Enrique Ramírez y Ramírez, quien siempre entendió que por encima de las inclinaciones y posturas políticas y partidistas, está el bien de la nación. Aceptar las discrepancias naturales de nuestra labor política no debe nublar la visión de aquello que podemos construir mediante el acuerdo y el diálogo, eso lo entendió Ramírez y Ramírez. Supo ser contendiente y colaborador, porque comprendió que para la construcción de una mejor y nueva realidad nacional, el diálogo y los acuerdos eran condición indispensable. A 35 años de su muerte, hoy queremos rendir homenaje a quien fue ante todo un hombre de ideas. Un mexicano que creyó que la política era un medio para servir a la población; y que era posible construir una nueva realidad. Un hombre comprometido con los anhelos de la revolución; que buscó nuevos caminos y medios para la consolidación de la democracia y cuyo principal, quizá único, impulso era un desmedido amor por México. Quiero pues aprovechar esta ocasión para que el recuerdo de Enrique Ramírez y Ramírez no quede en esta celebración, sino que recordemos sus palabras, su poética y su pensamiento. La mejor manera de conseguir que esa memoria no muera, es volver a sus palabras, dando a conocer a las nuevas generaciones las obras y las ideas de un mexicano que siempre buscó la equidad y la justicia social. Los invito a celebrar la vida de un patriota, un crítico y un convencido de la nobleza de los principios de la Revolución Mexicana; quien tuvo a México y a los mexicanos; a su historia, contexto y porvenir como la principal razón de su pensamiento y sus ideas. Ramírez es un ejemplo de que el político no es quien defiende el dogma con mayor fervor, sino quien mediante el diálogo y las ideas, busca mejorar las condiciones de vida y la realidad de aquellos a quienes representa. Era un convencido de que las teorías solo son útiles, en tanto se reflejen en una justicia y equidad social plausibles. Reconstruir una postura política que tenga como motivo y destino únicamente el bien y la justicia social, son legados que debemos tener presentes en nuestra labor cotidiana. El fervor del patriotismo de Ramírez tendría que influir nuestras acciones. Hoy en conmemoración de los 35 años de su fallecimiento los exhorto a reflexionar sobre nuestra labor política, y así recordar que la única razón que debe conducir nuestras acciones, es la que movió a Ramírez a lo largo de su vida: el profundo amor por México.