INNOVAUNAM, FORMADORA DE EMPRENDEDORES
El Sistema InnovaUNAM está diseñado para aprovechar el conocimiento y la creatividad de los alumnos, egresados y académicos de la comunidad universitaria a través de un modelo de emprendimiento que consta de cinco fases que comprenden desde la generación de ideas hasta la conformación de un modelo de negocio.
Entre 2009 y 2014, la Universidad Nacional Autónoma de México, a través del Sistema InnovaUNAM, han incubado 122 proyectos empresariales. Este programa, a cargo de la Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID) de una de las más importantes instituciones de educación superior e investigación en el país, suma 10 incubadoras a las que pueden acudir los empresarios; una es de alta tecnología, cuatro de tecnología intermedia y cinco de negocios tradicionales.
La dependencia universitaria que encabeza el maestro Juan Manuel Romero Ortega, explicó a través de una entrevista con el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, que un comité interno y otro externo evalúan la viabilidad y el componente innovador de las propuestas que reciben.
“Se cuenta con un modelo de emprendimiento que consta de cinco fases que abarcan desde la generación de ideas hasta la conformación de un modelo de negocio. La aplicación de este modelo busca fomentar la cultura emprendedora en nuestra comunidad, desarrollando sus actividades mayormente en el Laboratorio de Innovación, un espacio propicio para la creatividad y el trabajo en red”.
Del 2009 al 2014 se han presentado un total de 273 proyectos de incubación, de ahí se seleccionaron 122 propuestas viables, de las cuales el 42 por ciento son negocios tradicionales, 34 por ciento proyectos de tecnología intermedia y 24 por ciento de alta tecnología. Los solicitantes son 68 por ciento egresados, 20 por ciento alumnos y 12 por ciento académicos.
En cualquiera de las 10 sedes incubadoras se brindan programas de capacitación empresarial, gestión de apoyos económicos para consultoría especializada, un programa de mentoría, acceso a servicios tecnológicos como equipo, laboratorios y pruebas, así como una red de contactos y acceso a fuentes de financiamiento a través de Nacional Financiera, el Instituto Nacional del Emprendedor y el Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México.
La CID nació en 2008 con el objetivo de “apoyar la transferencia de conocimientos, tecnologías y productos desarrollados en la universidad a organismos y empresas de los sectores público, social y privado, para intensificar su aprovechamiento por la sociedad”, explicó la dependencia.
Tiene tres principales vías para su desempeño: la Dirección de Transferencia Tecnológica, cuya misión es proteger la propiedad intelectual y transferencia de tecnología; la Dirección de Incubación y Parques Tecnológicos, donde se gestan los proyectos de emprendedurismo y la Dirección de Servicios Tecnológicos que proporciona orientación y asesoría en esos rubros.