Elsabueso Mexiquense
Políticos parásitos
Existen parásitos a los que se acostumbran las personas como es el caso de la tenía o solitaria, que puede llegar a medir varios metros de longitud al interior de una persona sin que esta se dé cuenta. Estos gusanos planos son el mejor ejemplo de nuestros políticos. Aunque la simple idea de que podamos estar alimentando a un ser de este tipo provoca escalofríos, las víctimas de este parásito conviven con él ignorando que lo están engordando como le sucede al ciudadano mexicano.
Nuestros gobernantes, legisladores, presidentes municipales, delegados o regidores también se parecen a la tenía porque se aferran a sus víctimas para seguirla sangrando mediante el conocido chapulineo, sin importar en cuántos puestos de elección popular prometieron, con aires de gente honesta, que terminarían su periodo. Para aferrar bien a su víctima la solitaria posee ganchos con los que se fija a las paredes del organismo que ha invadido casi como nuestros políticos se aferran al hueso.
Es tan descardo la manera abusiva en que estos vividores nos dejan en los huesos que basta ver la composición de nuestro inútil Congreso, completamente secuestrado por los intereses partidistas. El Congreso de México se compone de 500 diputados y 128 senadores que hacen un total de 628 parásitos (con algunas excepciones), pero el de Estados Unidos, siendo una nación mucho más grande que la nuestra, se integra de 435 diputados (o representantes, como ellos les dicen) y 100 senadores, o sea casi 100 legisladores menos que en México. Canadá tiene un total de 535 legisladores nacionales y Australia solo 406, por citar ejemplos de representantes que sí trabajan.
Nuestra situación no sería tan grave si solo se tratara de mantener un gran número de diputados y senadores probadamente inútiles, pero la realidad es que también les generamos los sueldos más altos del mundo para convertirlos en las tenías más consentidas del planeta. En promedio un legisladores mexicano gana 169 mil dólares mientras que los diputados y senadores estadounidenses perciben poco más de 154 mil dólares, los senadores canadienses ganan 114 mil y los españoles 71 mil dólares.
Esta relación de privilegios es un insulto para los mexicanos, todavía lo hace más grave la crisis profunda que hoy vivimos, que muchos de estos parásitos y sus familiares se exhiban en el mundo gastando millonadas, con aviones y vehículos carísimos. Así son pues, porque los mexicanos los dejamos, no exigimos. Mientras que las autoridades, en todos los niveles, fomentan con ello la impunidad y que estos sigan viviendo a costa de los demás.
Como es posible que sigamos los mexicanos permitiendo que estos cínicos parasito político, pretenda seguir como chapulines, brincando de puesto en puesto, dentro del Sector público cuando ha quedado demostrado que lo único que les interesa es el presupuesto y, como se puede confirmar en todos los cargos administrativos, el moche, porcentaje, entre, desvió de recurso, etc., para engordar sus chequeras personales. Lamentable, pobre México.
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