MÉXICO-MERCOSUR REQUIERE DEFINICIONES
La relación económica entre México y los países que conforman el Mercado Común del Sur (Mercosur) es indefinida y se caracteriza por puentes y vacíos centrados especialmente en la industria automotriz, dijo María Esther Morales Fajardo, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.
Integrado inicialmente en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a ese bloque se sumó más tarde Venezuela, y Bolivia está en fase de adhesión.
Desde su creación, tuvo como objetivo propiciar un espacio común que generara oportunidades comerciales y de inversiones a través de la integración competitiva de las economías de los países miembros al mercado internacional.
En contraste, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado entre México, Estados Unidos y Canadá en 1992 y vigente desde 1994, prioriza el comercio y la liberación de aranceles entre la región norteamericana.
Visto desde América del Sur, esa alianza fue un revés por parte de nuestra nación, históricamente líder de América Latina, y ello abarcó no sólo el factor económico, sino también el político.
En investigaciones propias, la académica del CRIM percibió que según la visión de América del Sur, México optó por Estados Unidos y Canadá y dejó de ser parte de la alianza latinoamericana en el momento en que firmó el acuerdo.
Para México, el Mercosur es un socio importante, particularmente en el sector automotriz, porque a partir del año 2002 los gobiernos de las naciones de ese bloque y el nuestro firmaron un acuerdo de complementación económica en ese sector, por ser uno de los más dinámicos para la economía propia y las de Argentina y Brasil.
Después de 2012, las economías sudamericanas no se han podido reponer, porque la industria mexicana del sector es muy fuerte y competitiva, una lección que aprendió con el TLCAN.