Desde la Tribuna

La segunda semana de la NFL está cerrada y los torneos de fútbol mundial comienzan a agarrar ritmo, la mejor parte del año para los amantes de los deportes en conjunto está comenzando. Fútbol Americano, Fútbol, las finales de MLB y NBA se encuentran en esta parte del año. Es la época en la que vemos a nuestros jugadores favoritos, cuando las grandes estrellas del deporte y las futuras promesas explotan su potencial para dar el mejor espectáculo que puede ofrecer cada disciplina y…comienzan las lesiones. Esos incomodos acompañantes de la vida del deportista y que nos privan del espectáculo que merecemos, son siempre malas noticias tanto para jugadores, como entrenadores, dueños y fanáticos. No creo que exista algún insensato o algún desadaptado social que pueda decir que le gustan los deportes y que no le afecta cuando el jugador clave de su equipo no va a poder participar durante dos meses en las actividades de su equipo.

Últimamente, parece que las lesiones – y las lesiones a largo plazo- son más comunes que en otros tiempos. Las lesiones que dejaban a los jugadores fuera por toda la temporada eran la peor noticia para cualquier equipo, por no la más constante. En estos días pareciera que casi todos los equipos tienen por lo menos 1 jugador lastimado de gravedad o con una recuperación larga.

En la primera jornada de Champions League, una de las estrellas del fútbol actual tuvo una lesión que lo apartara del fútbol un tiempo, Gareth Bale; James Rodríguez es otro jugador “elite” que no va aparecer pronto en las canchas. De igual forma, la NFL ha visto muchos problemas con sus jugadores estelares, la lista es muy extensa. Tony Romo y Dez Bryant, los mejores jugadores de los Vaqueros de Dallas, cayeron lesionados en semanas consecutivas. Esto es evidentemente un golpe importante en lo deportivo y en lo económico. Dos de los equipos deportivos más ricos, populares e importantes en el mundo – Los Vaqueros de Dallas y el Real Madrid- se han visto afectados en estas facetas de sus negocios.

El Mundial de fútbol disputado el año pasado, el pináculo del espectáculo del fútbol, el evento más esperado –probablemente en la historia del Futbol- se quedó sin algunas de sus estrellas. Al final del día, los partidos se juegan, los resultados se entregan y los aficionados disfrutan con lo que se les es presentado, los jugadores cubren los espacios; sin embargo, los jugadores “elite” las superestrellas y los “cracks” son buenos y necesarios para el deporte. Suelen ser la piedra angular a partir de la que se construye el equipo, son la base de las esperanzas de cada temporada de los aficionados, son la imagen del equipo e impulsan la popularidad de del mismo. Un equipo sin un jugador “estrella”, sin un “talento fuera de lo común” va a tener dificultades en todas estas áreas y estará en desventaja frente a los demás equipos.

Es por esto que los “caza talentos” siempre están en busca de la siguiente gran cosa, el siguiente gran jugador. Cuando se tiene uno o dos jugadores de esta talla, lo que más quieren tanto aficionados como entrenadores, pasando por jugadores, es contar con sus jugadores “únicos”. Cuando las lesiones los atacan a estos jugadores es una pérdida importante, pero también atacan a los jugadores “comunes” y el cúmulo de estas problemas médicos es parte de lo que decide a lo que aspira un equipo

¿Por qué vemos más lesiones graves en la actualidad? Tal vez el deporte ha llegado a un grado de exigencia física tan demandante, que los cuerpos de los jugadores – por muy bien trabajados que estén- no lo soportan. Tal vez sea la suerte o las nuevas prácticas médicas. Lo que es más probable es que sea un conjunto de todas estas situaciones, lo que es verdad es que ahora más que nunca, el valor que tiene cada jugador y la frecuencia con la que ocurren estas situaciones, nos hace darnos cuenta que la inversión que se hace en ellos pueda estar sobrepasada y que esta situación es algo que debe ser atentido a la brevedad, en pro del espectáculo, del deporte y de los negocios.

“desde la tribuna” veremos a quien le afectan más estos “percances” y esperaremos a que no sea nuestro equipo favorito quien se vea afectado por estos “regalitos” que acompañan al deporte