Elsabueso Mexiquense
Instituciones políticas en crisis
De acuerdo al reporte sobre insatisfacción de la democracia 2015, el ya muy consultado Latinobarómetro, los resultados son graves, aunque no muy diferentes a mediciones anteriores. De acuerdo con el informe, América Latina es la región del mundo donde se encuentra el menor grado de satisfacción con la democracia. Sin embargo, existen variaciones importantes entre los 18 países de la región contemplados en el estudio: mientras que Uruguay alcanza 70% de satisfacción con la democracia, en México ese porcentaje solo llega a 19%. Ambos casos, el superior y el inferior, se despegan ampliamente del promedio regional, que es de 37%. En cuanto al “apoyo” a la democracia, 48% de los mexicanos está de acuerdo con que esta forma de gobierno es “preferible a cualquier otra forma”, mientras que el promedio latinoamericano en este renglón es de 56%.
La crisis de representatividad muestra también que solo 17% de los mexicanos se sienten representados en el Congreso, porcentaje menor al promedio latinoamericano: 23%. Algo similar sucede cuando se pregunta por la cercanía con los partidos políticos: mientras que en México 32% se identifica con algún partido, el promedio latinoamericano en la materia es de 40%. A lo anterior, resulta relevante señalar que los partidos políticos mexicanos son las instituciones menos confiables de todas. De acuerdo con la más reciente encuesta de Reforma sobre cultura política, la desconfianza de los mexicanos en todas las instituciones registró un aumento generalizado después de las elecciones del 7 de junio. Sin embargo, los partidos cayeron hasta el sótano: 82% les tiene “poca o nada” de confianza, cuatro puntos porcentuales más que la policía, institución que históricamente ocupaba el lugar más ominoso en la materia.
La participación de candidatos independientes parece contar con un amplio respaldo social: según un estudio demoscópico realizado por la Cámara de Diputados, el 70% de los entrevistados ha “escuchado hablar de estas candidaturas”, 62% estaría “dispuesto” a votar por esta opción y 70% asume que se crearon como “alternativa para aquellos ciudadanos que no quieren votar por los partidos tradicionales”
Es un escenario pues donde domina la desconfianza en las instituciones, particularmente los partidos, con un crecimiento económico magro a lo largo de más de tres décadas y un clima de creciente inseguridad desde hace por lo menos una década, las oportunidades para los outsiders o los políticos antisistema crecen exponencialmente, incluso para competir por la Presidencia de la República. En la lectura política de esta semana se disemina perfectamente que las candidaturas independientes, como actualmente están vistas, afirman que el remedio es peor que la enfermedad. Al Tiempo
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