MÉXICO SIGUE SIN MOVERSE

México sigue sin moverse, así lo demuestran todos los datos con que contamos, pero sobretodo la opinión ciudadana reflejada en un nivel de desaprobación del 64 por ciento para el ejecutivo federal.

La economía mexicana mantiene la tendencia estructural a un crecimiento mediocre por decir lo menos, entre 1982 y 2014 el PIB aumentó a una tasa promedio anual de 2.3 por cieto.

En los tres últimos años ha sido peor: 1.4 en 2013, 2.1 en 2014 y 2.4 en el primer semestre de 2015. No llegamos al dos por ciento promedio anual en estos tres años. Lejos, pero muy lejos quedó la promesa de campaña de crecer al cinco o seis por ciento.

La Inversión Extranjera Directa no fluye pese a las reformas estructurales: en 2014 disminuyó 48.9 por ciento en el primer semestre de este año fueron mil 200 millones de dólares menos respecto al mismo periodo de 2014.

La primera y segunda fase de adjudicaciones de la ronda uno han sido un rotundo fracaso, por más parafernalia gubernamental ni de cerca se captaron los 21 mil millones de dólares que usted auguró en el artículo Reformas Estructurales 2013-2014 publicado por esta Cámara de Diputados.

En materia de empleo, ustedes afirman que generaron un millón 424 mil empleos formales y recuperaron el poder adquisitivo del salario mínimo en 5.58 por ciento. Sin embargo, dichos datos esconden la realidad del mercado laboral nacional con 2.3 millones de desempleados, 4.2 millones de subocupados y 29.1 millones de informales.

Entre los asegurados al IMSS el empleo eventual, el que tiene en vilo a los trabajadores, es el que más aumentó al pasar de 13.8 a 14.3 por ciento de los afiliados.

El trabajo permanente, el que da seguridad, tranquilidad y estabilidad a las familias, se redujo. El índice de Tendencia Laboral de la Pobreza siguió al alza llegando a las 1.14 unidades.

La ENIGH 2014 reporta que el ingreso corriente promedio trimestral por hogar descendió en 3.5 por ciento real con respecto a 2012. Estamos hablando de un duro golpe a los niños, ancianos, mujeres y hombres que buscan mejorar su la calidad de vida de vida.

La homologación del salario mínimo general en 70 pesos con 10 centavos dista de ser motivo de celebración, no se requiere una homologación pírrica, señor secretario necesitamos la altura de miras para establecer un salario que le alcance a las y los mexicanos para cubrir la canasta básica alimentaria. Como seguramente usted lo sabe, nuestro salario mínimo es, para nuestra vergüenza, el más bajo de América Latina.

Para 2016 nos señalan que es vital la implementación del presupuesto base cero. No obstante, la reducción real de programas presupuestarios es de la mitad de los 246 anunciados, esto porque 123 de dichos programas no contaron con recursos en 2015.

Se trata de otro truco publicitario, de un artilugio del gobierno federal. La Auditoria Superior de la Federación advierte que no se publicaron los elementos metodológicos, por lo cual es imposible determinar el ahorro de 135 mil millones de pesos, y no se informó sobre el uso de evaluaciones de desempeño.

En materia de gasto para 2016, se indica que el gasto programable disminuirá en 221 mil millones de pesos. El gasto corriente se reduce sólo en 3.6 por ciento; mientras que el gasto de capital disminuye en 21 ciento que corresponde a 189 mil millones de pesos.

Se trata en realidad de una fuerte contracción de la inversión productiva y de un descenso mínimo en el pago de servicios personales de apenas 0.7 ciento siete mil 600 millones de pesos. Lo que va abiertamente en contra de lo que usted aseveró en el artículo al que hice referencia con anterioridad, donde enuncia textualmente “la evidencia internacional muestra que los principales factores que determinan la tasa de crecimiento son: inversión en capital físico…”. Una contradicción más del gobierno de la república.

El endeudamiento público como porcentaje del PIB ha tenido un aumento descomunal de 2012 a 2015: el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público se elevó en 10 puntos del PIB. Y, sin lugar a dudas, se acrecentará todavía más con la emisión de instrumentos financieros como Fibra E, los certificados de proyectos de inversión y los bonos de infraestructura educativa.

Esto es un paso velado para la privatización del sector educativo. Más grave aún, en términos de deuda, es la posibilidad de asumir los casi billones billones de pesos de pasivos laborales de PEMEX y CFE resultado de su reforma energética.

Esto es una bomba de tiempo, un nuevo Fobaproa que atenta gravemente contra los intereses del pueblo mexicano y de las generaciones futuras. En el PRD no permitiremos un atraco más a la nación. Exigimos se transparente en este acto la situación imperante

En relación con el precio promedio del barril de petróleo, si bien son factores externos los que provocaron su disminución desde más de 86 dólares en 2014 a 47 dólares a septiembre de este año; es la actual administración la responsable del descenso de la plataforma de producción de PEMEX de 2.5 a 2.2 millones de barriles diarios entre 2012 y 2015.

El impacto de la reducción de la producción de petróleo es de más tres veces que la del descenso de 1 dólar en su precio. Cada 50 mil barriles diarios menos significan una pérdida de 12 mil 600 millones de pesos anuales. En este año estamos dejando de percibir por este concepto más de 75 mil millones de pesos. Esto es el tiro de gracia a PEMEX.

El mexican moment se esfumó, si es que alguna vez existió. Lo dicho hace unos días por la calificadora Moody’s es sólo una descripción de lo que lamentablemente es una realidad que día a día padecen millones de mexicanos: han sido, son y vienen tiempos difíciles.

La corrupción y el entorno económico mundial, aunque problemas graves para el país, no son los responsables de la situación imperante. Es el modelo económico, que tercamente han aplicado en los últimos siete lustros, el que tiene pasmado a México.

Las reformas económicas, como inclusive lo afirma el FMI en el número de septiembre de su revista, deben ir más allá de un enfoque basado en el mercado pues este tipo de cambios no han conducido a un crecimiento económico sostenido en ninguna parte del orbe.

Es ineludible e impostergable dar un viraje en el modelo económico para en verdad poner en movimiento al país. Hay que fortalecer al mercado interno que es nuestra principal fortaleza conforme al Índice de Competitividad Global; tenemos que incrementar el valor agregado nacional en los bienes que producimos para el consumo interno como externo; debemos transformar la estructura productiva; urge poner al cambio tecnológico en el centro de la estrategia de desarrollo. Así lo han hecho ya otras naciones emergentes como Corea, India y China cuyas tasas de crecimiento anual son de más del 6% desde hace varios años.

Señor secretario, las promesas de un crecimiento económico a futuro suenan a esa obra maestra del teatro del absurdo en la que Estragón y Vladimir aguardan en vano el arribo de Godot. Así seguimos esperando el crecimiento económico prometido. Ha llegado el tiempo de actuar de forma diferente y en favor de las mayorías. Los mexicanos no podemos ni nos merecemos esperar más.