PESQUISA POLÍTICA
Una vez más la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), se convirtió en una función de circo, donde los diputad de los grupos parlamentarios, con pancartas, gritos, dimes y diretes, sacaron a relucir el fraude electoral del siete de junio, y ventilaron a los cuatro delegados políticos involucrados.
Los legisladores y su gente, estaban atentos para que en el momento oportuno, participaran en la función. En las gradas del recinto legislativo, un grupo de miembros del PRD, se preparaban para participar también.
En los momentos que el Diputado del PRD, Raúl Flores, subió al estrado del recinto legislativo, los legisladores y jefes delegacionales de Morena, encabezados por el legislador César Cravioto, abandonaron la sala de la ALDF.
No les interesaba escuchar al Diputado del PRD, quien dijo que la tarea de gobernar es un reto verdaderamente importante. Pueden sin duda algunos de los que hoy asumen esa labor tomar como táctica de "posicionamiento" decir que los anteriores a ustedes lo hicieron todo mal y que son causa de un sinnúmero de deficiencias en sus delegaciones, eso les anticipo señoras y señores, les durará muy poco.
Los ciudadanos no van a tardar en ubicar que, de hoy en adelante, los responsables de dar las respuestas son ustedes y que, gracias a los mecanismos de transparencia que esta ciudad se ha dado, el ejercicio de gobierno no puede ser manejado al capricho de quién está al frente de la administración.
Al momento que la Diputada de Morena, Beatriz Rojas, subió el estrado para su posicionamiento, cuatro diputados del mismo partido se postraron frente al estrado y sacaron pancartas de Dione Anguiano, a la jefatura delegación de Iztapalapa; Víctor Hugo Lobo, Gustavo A. Madero, Carlos Estrada, Iztacalco y José Valentín Maldonado Salgado, Coyoacán.
Las pancartas señalaban que ellos son los defraudares de los comicios del siete de junio. Y para contrarrestar estas acusaciones, miembros del PRD, ubicados en las gradas, gritaban consignas, y mediante una pancarta pedía a la Diputada Beatris Rojas, que se callara “chachalaca”.
Personal del resguardo intervino y decomisó las pancartas a los perreditas, hubo jaloneos y finalmente todo se tranquilizó.
Las calles aledañas a la ALDF, se tiñeron de diferentes colores, amarillo, blanco, rosa u otros. Los acarreados gritaron a la llegada y salidas de sus delegados políticos favoritos vivas y porras. Cada uno recibió 300.00 pesos por estar presente.