INICIA IEDF PRIMER CURSO DE OBSERVACIÓN ELECTORAL SUBNACIONAL

Las instituciones electorales deben aprovechar el cúmulo de información que generan los observadores de los procesos comiciales y de participación ciudadana, para incorporar el conocimiento derivado de esa tarea e idear nuevas formas de hacer las cosas”, afirmó el consejero electoral Yuri Gabriel Beltrán Miranda.

Durante la inauguración del Primer Curso de Observación Electoral Subnacional, organizado por el Instituto Electoral del Distrito Federal, en coordinación con el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Organización de Estados Americanos (OEA), Beltrán Miranda dijo que observar lo subnacional en la realidad mexicana no se limita a dar seguimiento a las elecciones que ocurren a ese nivel, sino también a la participación ciudadana en ejercicios como el Corredor Cultural Chapultepec-Zona Rosa o la Consulta Ciudadana sobre Presupuesto Participativo. La observación de estos procesos permite generar metodologías específicas para el análisis de los instrumentos de democracia directa.

A su vez, el consejero presidente Mario Velázquez Miranda dijo que existen dos elementos que inciden en que las autoridades electorales sean cuestionadas y descalificadas en procesos comiciales: el desconocimiento de las reglas por parte de la ciudadanía y el afán de transparentar la manera en que funcionan esas instituciones.

Acompañado de la académica del IIJ-UNAM, María Marván Laborde, el consejero presidente del IEDF mencionó que por esa razón, la misión de la OEA que dio seguimiento al más reciente proceso electoral en la Ciudad de México, permitió mostrar que las prácticas del IEDF se apegan a los principios rectores establecidos en la Constitución, pero también son resultado de muchas innovaciones generadas desde el órgano electoral, mismas que pueden servir para otros entes en el país.

Al dictar la conferencia Relación entre Observación Nacional e Internacional, el director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral (DECO) de la OEA, Gerardo de Icaza, dijo que la observación nacional promueve la participación ciudadana de forma distinta, pues no se limita sólo a votar y ser votado, sino que permite hacer un seguimiento permanente in situ de las recomendaciones y hallazgos. No obstante, mencionó que una de las debilidades de esa labor es que puede existir el riesgo de que las organizaciones que la realizan sean parciales, estén financiadas por partidos políticos o por grandes intereses.

Sobre las organizaciones que realizan observación internacional, expuso que éstas tienen a su favor que siempre están en contacto con las autoridades electorales, cúpulas partidistas y gubernamentales, lo que les da una visión privilegiada de los comicios, además de que manejan una perspectiva internacional, una función mediadora y usualmente tienen una mayor presencia mediática. En contraparte, carecen de una presencia permanente en un país determinado pues ello depende de cuestiones presupuestales, además de que quienes determinan la importancia de las misiones de observación son las naciones donantes.

En su participación como moderadora de la conferencia de Gerardo de Icaza, la consejera electoral Dania Paola Ravel Cuevas, se refirió al modelo de comunicación política vigente en el país que consideró perfectible y destacó la importancia de que los partidos políticos puedan tener acceso a los medios de comunicación de manera gratuita e igualitaria.

Sin embargo, opinó que debe cambiarse el formato de los spots de campaña que generan hartazgo e impiden que en 30 segundos se pueda llegar al electorado, para hacerlos más largos y lograr una verdadera injerencia sobre la ciudadanía.

Durante la mesa redonda “Los retos de la electoral gobernance vs. la administración de las elecciones: los desafíos de la integridad electoral”, el consejero electoral Carlos González Martínez, quien fungió como moderador, comentó que la autoridad electoral administra procedimientos con una técnica y plazos establecidos, pero también gobierna procesos, que son dos cosas distintas.

“En parte, necesitamos estrategias explícitas para combatir todo el cúmulo de irregularidades que existen en el entorno social, cultural, político y mediático de una elección, porque lograr aplicar procedimientos de manera íntegra en la gobernanza de procesos no íntegros, representa un reto muy importante”, dijo.

En la misma mesa, la profesora e investigadora de tiempo completo de la Facultad de Latinoamericana de Ciencias Sociales Irma Méndez de Hoyos, indicó que de acuerdo con el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA Internacional), la integridad electoral es cualquier elección basada en los principios democráticos de sufragio universal y equidad política reflejados en estándares y acuerdos internacionales y que es profesional, imparcial y transparente. Explicó que la contraparte de ese concepto son las malas prácticas de primero y segundo orden que implican una alteración directa de los resultados electorales y la comisión de irregularidades.

A su vez, el profesor-investigador de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económicas, Andreas Schedler, sostuvo que “la categoría de la observación electoral no está en la observación en sí, pues la recolección de hechos, la calidad de un juicio sobre qué tan clara es la ley, qué tan sólidas son las bases normativas y la investigación de esos hechos, así como qué tan buena es la argumentación que une esas cosas, propiciarán que al final la calidad de la observación se mida en razón de la importancia de los argumentos públicos que el observador ofrezca”.

Por su parte, el titular de la Coordinación con Organismos Electorales del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Alberto Guevara Castro, consideró que independientemente del país de que se trate, la presencia de observadores electorales internacionales en muchos contextos fortalece a los nacionales, al jugar un papel de fortalecimiento político de las estructuras de la sociedad civil nacional, lo que pone en evidencia que esta labor sí tiene un efecto.