CHISPAS…
HASTA EL FIN DE LOS DÌAS. ESCALOFRIANTE DOCUMENTAL DEL SEMEFO REALIZADO POR MAURICIO BIDAULT.
La conferencia ofrecida a los medios informativos se realizó en la sala 7 de la Cineteca Nacional, en donde el director cinematográfico Mauricio Bidault, proyectó su documental “Hasta el fin de los días”, grabada totalmente en el Servicio Forense de Guadalajara; y sin apasionamientos, sugerimos asistir a la Cineteca Nacional y juzgar su contenido, subrayando que por su crudeza y realidad, no es recomendable para personas sensibles a los hechos violentos.
Mauricio Bidautt, presidió la información de esta producción que promete ser reveladora de los servicios forenses ofrecidos a la ciudadanía por esforzados médicos y ayudantes, quienes demuestran un intenso profesionalismo en el desempeño de su macabra tarea.
“Fue de una manera circunstancial. Cierto día disfrutaba una taza de café, corroboró Mauricio, con una amiga; mí anterior película se acababa de estrenar en festivales y ella me preguntaba sobre cómo se creaba un documental, cómo le habíamos hecho, cuánto nos habíamos tardado y ese tipo de cosas. Yo sabía que ella era abogada y se dedicaba a algo relacionado con servicios periciales, pero no lo tenía demasiado claro”. Continuando con la conversación, le pregunté sobre su trabajo, resultando ser la encargada de coordinar a los polígrafos (detectores de mentiras), en el estado de Jalisco; describiéndome una serie de historias que le habían ocurrido personalmente en la cabina de poligrafía, verdaderos mini thrillers que tenían que ver con engaños, traiciones, abusos de confianza y de autoridad; donde la verdad salía a relucir finalmente y no siempre de la manera en que uno hubiera sospechado. Me impactó cómo en una situación tan básica —un interrogado, un interrogador, una maquinita conectada a una computadora, y nada más— se revelaban aspectos tan profundos y elementales de la naturaleza humana y además de una manera tan tangible, tan evidente. Inmediatamente y casi como reflejo condicionado le dije la frase que tantas veces nos sorprende a los documentalistas (a mí, por lo menos), cuando la pronunciamos, porque sale casi, casi por voluntad propia: “Hay que hacer una película sobre esto”. Pero había más; mi amiga apuntó que la poligrafía era sólo una de las muchas disciplinas que comprendían los servicios periciales del estado y que debería ir al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, la instancia que aglutina a todos los departamentos, para conocer mejor ese mundo y ver si, en efecto, se podría realizar un documental acerca de ellos. Y, vamos, cuando me acerqué al Instituto, me fui de espalda por dos razones: en primer lugar me sorprendió la apertura y el interés de la institución ante la posibilidad de hacer una película sobre sus actividades, interés que después se tradujo en enormes cantidades de solidaridad y compañerismo durante el rodaje; y, por otra parte, resultó que prácticamente todas las áreas del IJCF eran interesantísimas y los peritos unos apasionados de cada una de sus especialidades; apasionados de veras, más allá de lo que les exige su contrato o sus horas de oficina, verdaderos servidores públicos con un sentido de la responsabilidad que, quizás prejuiciado por los arquetipos negativos del burócrata díscolo y medio holgazán, francamente no me esperaba.
Comments