Elsabueso mexiquense

El Legado de Enrique Peña Nieto

“Es inaceptable que desde el Estado se ataque o minimice a los actores que sólo queremos ayudar, es necesario que atiendan el mensaje sin matar al mensajero. Su legado se juega también en esta agenda, porque ningún plan de reformas económicas prospera si no está basado en estado de derecho y de respeto a los derechos humanos”.

Así lo dijo la madre Consuelo Morales Elizondo, al recibir de manos del Presidente de la República Enrique Peña Nieto el Premio Nacional a los Derechos Humanos por sus más de 22 años de trayectoria dedicados a apoyar a familiares de personas desaparecidas en Nuevo León.

Fue un gran discurso, con fuerza, sin lugares comunes y sobre todo, me pareció que eran palabras que salían realmente del corazón de esta mujer.

Dijo cosas muy ciertas pero que pocas personas se atreven a decir frente al mandatario federal. La madre Consuelo dijo que es necesario que la política de Estado empiece a revertir la crisis de derechos humanos que vivimos, pidió que las autoridades se dejen tocar por el dolor de tantas familias para impulsar una agenda con acciones contundentes para la segunda mitad de la administración del Presidente Peña Nieto.

La madre Consuelo Morales, directora de la organización ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos A.C. (CADAHAC), sostuvo que es necesario que las autoridades tengan mayor cercanía con las víctimas y propuso cuatro ejes para atender la situación de las personas desaparecidas.

En primer lugar, dejar de criminalizar a las personas desaparecidas, “nadie está en el lugar equivocado y tampoco es culpa de las madres que no han sabido educar a sus hijos, necesitamos que prevalezca el principio de presunción de inocencia” dijo.

En segundo lugar, Consuelo planteó, que de manera asilada no se puede solucionar esta situación. Por eso es indispensable unir esfuerzos entra familiares, autoridades y organizaciones de la sociedad civil para dar respuesta “a éste México que vive tanto dolor”.

Que existan recursos materiales y legales, es el tercer punto que pupuso la galardonada como una forma de encontrar a las personas desaparecidas y de terminar con ésta crisis humanitaria.

Propuso un cuatro punto en el que destacó el acceso a la justicia y el apoyo internacional. “Aunque haya normas y leyes, si no hay justicia, no pasa nada. Se requieren cambios estructurales en las procuradurías, en los ministerios públicos es en donde están los nudos más gruesos, la impunidad. Por eso, el apoyo internacional es vital”.

“La compleja situación del país nos llama a cambiar el corazón, no están solas, les seguiremos buscando”, concluyó la religiosa.

Realmente me parece fundamental, como lo dice Consuelo, cambiar nuestra perspectiva, ser mucho más receptivos ante la situación que vivimos.

La violencia, la indolencia, la corrupción, la injusticia no cesarán por decreto. Tampoco se esfumarán si llega un partido político u otro. Esto solo acabará cuando nosotros y nosotras digamos basta. Cuando hagamos un alto en el camino para evaluar nuestro comportamiento. No podemos esperar a que una cúpula de personas en el poder transformen las cosas, tendremos que hacerlo si queremos un futuro digno y en paz.

Aprovecho este espacio para desearles queridos lectores y lectoras una feliz nacidas y año nuevo. Que el 2016 sea para ustedes un gran año lleno de éxitos, salud y paz.

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