FLEXIBILIZAR CALENDARIO ESCOLAR

Las escuelas podrán acordar con las autoridades educativas el calendario, que tendrá un rango de 185 a 200 días de clases efectivos y esta disposición se aplicará a partir del ciclo escolar inmediato posterior a la fecha de entrada en vigor.

La Comisión de Educación aprobó, con cambios, la iniciativa del Ejecutivo federal que tiene como finalidad flexibilizar el calendario y la jornada escolares, los cuales podrán tener un rango de 185 a 200 días de clases efectivos.

Los senadores respaldaron la propuesta de facultar a las autoridades educativas y reconocer la opinión de los Consejos Escolares de Participación Social para proponer el calendario de clases bajo el que operarán sus escuelas.

Esta medida, agregaron, es un acto vinculado con el concepto de autonomía de gestión que se adoptó con la reforma educativa y conforme a los términos estipulados en la Constitución.

Asimismo, el Ejecutivo federal deberá emitir los lineamientos generales a los cuales deberán apegarse las autoridades escolares al momento de proponer dichos ajustes, y cuyo cumplimiento deberá ser verificado por los mandos educativos locales antes de autorizarlos.

Con ello, precisaron, se dará certidumbre a las escuelas sobre los procesos a seguir a la hora de decidir su propio calendario, por lo que es importante que su diseño contemple los objetivos, funciones, prioridades y condiciones que cada actor involucrado deberá acatar para ejercer su función.

Los legisladores mencionaron que si bien es importante que el calendario escolar se adapte a las condiciones contextuales de cada escuela, región o entidad, también lo es que responda a criterios que garanticen la calidad educativa, el máximo logro de aprendizaje de los estudiantes y que no alteren la cobertura de los planes y programas aplicables.

Consideraron pertinente incorporar en el régimen transitorio de esta reforma la participación del Consejo Nacional de Participación Social, a fin de crear lineamientos que incorporen una visión social y fomentar una vinculación más estrecha entre padres de familia, autoridades educativas y comunidades y fortalecer la cultura de colaboración que se refleje en una educación con mayor pertinencia y calidad.

También se acordó que la implementación de las modificaciones al calendario de clases surtirá efectos a partir del ciclo escolar inmediato posterior a la fecha de entrada en vigor de este decreto.

En el dictamen se menciona que optimizar el aprovechamiento efectivo del tiempo de la jornada escolar es una condición necesaria para generar aprendizajes activos y colaborativos en todas las asignaturas, así como una mayor convivencia.

Se señala que en materia de calendario escolar, la variable más eficiente no es su extensión, sino el máximo aprovechamiento del tiempo de cada día para ofrecer a los alumnos múltiples posibilidades de desarrollo y aprendizaje.

Aunado a ello, la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación se ha vuelto un componente extracurricular muy importante del proceso de aprendizaje de los alumnos, que frecuentemente compite con las técnicas formales de adquisición de conocimientos que se imparten en la escuela.

Refiere que México es uno de los países con mayor número de días y horas de instrucción obligatoria; sin embargo los resultados de diversas pruebas internacionales indican que no parece haber una correlación positiva entre la actual duración del ciclo lectivo y el éxito escolar.

Se indica que en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el promedio de días de clase por ciclo escolar en educación primaria es de 185 con 791 horas de instrucción obligatoria, mientras que en México es de 200 días y 800 horas.

En el nivel de secundaria, los integrantes de la OCDE consignan en promedio 183 días y 907 horas de instrucción obligatoria al año, pero nuestro país reporta 200 días y mil 167 horas, siendo la más alta entre todas las naciones de referencia.

La Comisión, que preside el senador Juan Carlos Romero Hicks, también aprobó un exhorto a la Secretaría de Educación Pública, para que en coordinación con sus homólogas de los estados, lleven a cabo un análisis sobre la vinculación entre la educación media superior y superior con la planta productiva del país, a efecto de impulsar profesiones vinculadas al mercado laboral regional.

En el dictamen se señala que seis de cada diez jóvenes que inician su vida laboral lo hacen en sectores que no guardan correspondencia con la formación académica que recibieron, e incluso, esta inserción llega a ser tan precaria que realizan funciones que no requieren ni los estudios de bachillerato.

Dicha situación, se subraya, denota una grave falta de correspondencia entre lo que se estudia y lo que se demanda en el mercado laboral, sin tomar en cuenta que los requerimientos varían con la inclusión de nuevas inversiones en el país.

Mencionaron que además existe otro conjunto de sectores vitales, desde el punto de vista del empleo, y que hoy carecen de baja productividad, como es el caso del comercio al por menor, el turismo y la gastronomía.