DIFAMACIÓN, HOSTIGAMIENTO Y ACOSO POR EXIGIR MEJOR TRATAMIENTO
Talleristas y usuarios del Centro de las Artes de Santa Úrsula (CASU), denunciaron a la Comisión Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), irregularidades que viven dentro de este centro, las cuales incluyen hostigamientos sexual y laboral a usuarias y usuarios, así como talleristas del centro.
Desde hace más de 3 años, el CASU ha venido decayendo debido a la mala administración del gobierno delegacional de Coyoacán.
Se ha denunciado ante diversas autoridades de la delegación y de los administradores del CASU el estado desfavorable en que se encuentra; sin embargo, estos administrativos, cuya preparación no se relaciona en ningún aspecto con la intención de la promoción del arte y la cultura, están violentando continuamente los derechos de asociación, expresión y libre manifestación de usuarios y talleristas. Así, los administrativos del CASU iniciaron una campaña para vigilar tanto a usuarios como talleristas, con la intención de que dejarán de denunciar las múltiples irregularidades que se viven en ese espacio. Todo esto derivó en situaciones de acoso sexual hacia las usuarias, lo cual no sólo es lascivo, sino expone la brutalidad del personal de la delegación Coyoacán, que se rige bajo una administración autoritaria, corrupta y represora.
Con todo este panorama, usuarios, alumnos, padres de familia, talleristas del CASU y los vecinos de los pedregales de Coyoacán, hemos comenzado una campaña de difusión de lo que sucede en un centro que debería promover el arte y la cultura y no el hostigamiento y las malas prácticas gubernamentales. A pesar de que las manifestaciones para exigir mejores servicios han sido pacíficas, el día lunes 2 de mayo, trabajadores del CASU cerraron el mismo centro negando el paso a los alumnos y manifestando que pedían la destitución de los “talleristas conflictivos”, promoviendo su desprestigio con acusaciones falsas que los mismos usuarios han desmentido. Por lo mismo, resultó necesario realizar un acto inmediato ante Derechos Humanos, debido a que las autoridades parecen promover los enfrentamientos y difamar antes de resolver los conflictos.
La denuncia ante la CDHDF es parte de un proceso que se ha ido agravando en los últimos meses, donde las amenazas a los talleristas son cada vez más constantes y agresivas, siendo ya la difamación hacia éstos, por parte de los administrativos del CASU, un acto de violencia que es inaceptable para cualquier vecino y transeúnte de la zona. Los demandantes piden que el CASU sea un centro apto para el desarrollo de la cultura, derecho humano que la delegación niega a los coyoacanenses con dicho personal a cargo. Asimismo, los talleristas piden que haya medidas precautorias ya que temen que el hostigamiento continúe y se agrave. De igual manera se exige la destitución del personal administrativo de este Centro, donde parece que estos puestos son dados a quienes trabajan ampliamente en las campañas electorales del PRD, lo que beneficia la lógica electoral de dicho partido y no el desarrollo social al que se comprometieron los delegados al asumir sus cargos. Consideramos pertinente recalcar que, en las últimas dos gestiones, este espacio, se volvió un lugar para que la delegación pudiera emplear a los trabajadores y personal que habían apoyado las campañas y candidatos delegacionales en vez de un espacio de producción, enseñanza y difusión de las Artes y la cultura, con personal administrativo competente para desempeñar actividades acorde a estas exigencias y naturaleza