HAY QUE SUPERAR ESPACIOS DE LA VIDA
El reto de las universidades es salir y vincularse con las comunidades que las rodean para recuperar el sentido de por qué estamos aquí.
María José Rodríguez Rejas, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), dijo lo anterior durante la presentación del libro Abrir las aulas. Universidad y vinculación universitaria.
El texto –editado por la UACM– recoge las experiencias del Grupo Multidisciplinario de Investigación Comunitaria (GRUMUICO), conformado por académicos y estudiantes de esta casa de estudios, sobre el trabajo comunitario realizado durante dos años y medio en la colonia La Polvorilla, en Iztapalapa, donde trabajaron con niñas y niños en diversos talleres, pero sin replicar la enseñanza-aprendizaje de la escuela oficial.
En el plantel San Lorenzo Tezonco –donde se efectuó la presentación del volumen– Rodríguez Rejas, una de las autoras del libro, señaló la necesidad de confrontar los programas y materias de las licenciaturas, porque la relación y el trabajo con personas requiere de algo más flexible, como lo es estar en el salón y fuera de él, así como vencer resistencias de profesores que quieren impartir lo que saben hacer y no lo que la comunidad quiere.
La edición de este texto, dijo, abre la posibilidad de dialogar con otras universidades para el intercambio de experiencias de este tipo y hacer de las instituciones de educación superior espacios de vida y de trabajo. Explicó que, entre 2011 y 2013, el GRUMUICO realizó el trabajo comunitario en La Polvorilla, para lo cual se acercaron con la Organización Popular Francisco Villa de la Izquierda Independiente (OPFVII) y así conocer las necesidades de la comunidad.
En su oportunidad, Elideth Reynoso Arriaga, estudiante de la Licenciatura en Ciencias Sociales, comentó que entre compañeros y profesores había el prejuicio de que el lugar era inseguro y con casas de cartón, pero se encontraron con la grata sorpresa de edificaciones bien estructuradas y con una comunidad con proyectos autónomos. “Nos sumamos al apoyo a tareas en la ‘Casa Nuestra’, que es de toda la comunidad, ahí es donde se dan lo talleres y los proyectos educativos que tienen”.
A su vez, la estudiante de la UACM, Julieta Santos García, dijo que luego de insertarse al apoyo en tareas, como lo pidieron los padres de familia, decidieron generar otra forma de relación con las niñas y niños, por lo que desarrollaron el taller “Asombrarte”, con diversas actividades, como relatos de leyendas, además de brindarles las herramientas necesarias para agudizar los cinco sentidos. También se volvieron facilitadores y se descolocaron del papel de profesores.
En su oportunidad, Ana María Rosen Ferlini, coautora de Abrir las aulas. Universidad y vinculación comunitaria, señaló que el libro consta de tres ejes: el de los estudiantes, todos de la licenciatura en Ciencias Sociales; los niños, y el del grupo de investigación, con los testimonios de los participantes.
En “Emociones en la investigación”, las y los jóvenes universitarios narran lo que sintieron cuando los pequeños los abrazaban, o les obsequiaban algo, porque, dijo, nada de eso está en los textos académicos. En “Aprendizajes para la vida” reflexionan sobre esta experiencia y cómo trasladan lo aprendido en su vida diaria.
“En algún momento se nos agotó el trabajo en la comunidad y había mucha información que sistematizar, fotografías, relatorías de los estudiantes, cartografía y decidimos escribir el libro para compartir el trabajo que se construyó colectivamente, para que la experiencia no se olvide, comunicarlo, ponerlo en dialogo con los demás y ver cuál es la respuesta”.
En su oportunidad, Rosario Hernández Aldaco, integrante de la OPFVII, agradeció el trabajo comunitario que realizaron los estudiantes y profesores de la UACM en La Polvorilla y relató cómo nació la organización a la que pertenece. Dijo que hace 28 años, ante los desalojos de los habitantes en el Ajusco medio, y la necesidad de un espacio para vivir, se asentaron en ese lugar.
“El sistema político y económico imperante en el país dificulta las posibilidades para las personas, mediante la escrituración del suelo apto para vivienda, en beneficio de las empresas inmobiliarias por los altos costos de construcción, por los ineficientes programas de vivienda de interés social, por la corrupción en las instancias gubernamentales. La organización nace y se nutre en la universidad, es ahí donde surge la organización política y los activistas que posteriormente conformarán el frente”.