IMPACTO DE INCINERADOR DE BASURA EN TLÁHUAC
La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), solicitó hoy a la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México (SOSCDMX), y a la Delegación Tláhuac un informe pormenorizado sobre la construcción de un incinerador de basura en el terreno denominado “El Triángulo” en dicha demarcación, así como del impacto que su instalación tendrá en la salud de la ciudadanía y en materia de contaminación ambiental.
A través de un punto de acuerdo promovido por la diputada Elizabeth Mateos Hernández, del Partido de la Revolución Democrática (PRD), mismo que se conjuntó con las propuestas de la diputada Eva Eloisa Lescas Hernández, así como de Antonio Xavier López Adame, ambos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y del diputado Raymundo Martínez Vite de Morena, también se pidió a las secretarías de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y del Medio Ambiente (Sedema) que informen sobre la realización de los proyectos en la zona y si está previsto el establecimiento de un incinerador de basura que abastecería de energía a la Línea 12 del Metro.
En la propuesta de la diputada Mateos Hernández se exhortó al titular de la Delegación Tláhuac y al Gobierno de la Ciudad de México a establecer una mesa de diálogo con las y los ciudadanos, para que cuenten con información clara, veraz y única, que les permita involucrarse en la solución de conflictos como los delincuenciales, de obras viales y tránsito, así como del establecimiento del incinerador, en el lugar donde debería construirse un parque urbano.
En el documento, la vicepresidenta de la Comisión de Desarrollo Metropolitano argumentó que la construcción de un incinerador de basura afectaría considerablemente a la zona, pues las partículas contaminantes que van del norte al oriente son las de mayor vida y más tóxicas; además, viola la Manifestación de Impacto Ambiental de la Línea 12 del Metro, que contempla la creación de un parque urbano, lo que llevaría jurídicamente a la clausura del proyecto.
“El cuidado del ambiente pasa por resarcir de modo adecuado y en mayor medida los daños colaterales que el desarrollo genera; por ello, la construcción del parque urbano se hace necesaria, pues su existencia derivará, en principio, en la mitigación de lo ya construido y, después, por la convivencia comunitaria, en un lugar en el que las y los vecinos acusan un crecimiento importante de la delincuencia”, se explica en el punto de acuerdo aprobado por la Diputación Permanente de la ALDF.
El proyecto, agrega, contempla la incineración de 4,500 toneladas de residuos sólidos urbanos diariamente, para producir 95 Gigawatts, que representa el requerimiento de energía eléctrica del Sistema de Transporte Colectivo Metro; sin embargo, dicho proceso emite cantidades significativas de contaminantes y genera 450 toneladas de cenizas por día, las cuales necesariamente deben ser confinadas a un relleno sanitario; para transportarlas se requerirán 15 semirremolques de 30 toneladas que producen, a su vez, contaminantes y sobrecargarán el tránsito vehicular.
La también vocera del grupo parlamentario perredista en la ALDF refiere que aunque la conversión de residuos sólidos urbanos en energía eléctrica es deseable y debe promoverse, existen tecnologías mucho más avanzadas de emisiones cero y sin producción de cenizas, tales como el proceso de peletización, que no es incineración, por lo que no emite gases tóxicos ni genera cenizas, mientras que los 95 Gigawatts que requiere el Metro los genera con tres mil toneladas de residuos.
“La construcción del incinerador de basura en Tláhuac tiene preocupados no sólo a los pobladores, también a especialistas, quienes aseguran que el proyecto aumentaría los niveles de contaminación en la zona oriente de la capital del país. Por lo anterior, en días recientes vecinas y vecinos se acercaron a la diputada Mateos Hernández para solicitar que la Asamblea Legislativa haga un llamado de atención al gobierno central, sobre la forma en la que se conduce el gobierno delegacional”, detalla el documento de la asambleísta.
La Zona Metropolitana del Valle de México ha sufrido en los últimos meses procesos de sobresaturación de contaminantes atmosféricos, lo que ha obligado a declarar en varias ocasiones la Fase 1 de Contingencia Ambiental. Frente a ello, la nueva Norma Emergente de Verificación Vehicular en la Zona Metropolitana y el programa Hoy no Circula son necesarios, pero insuficientes para recuperar la calidad del aire.