PROHIBIDO QUE BARES Y CERVECERÍAS VENDAN ALCOHOL A CHAVITOS
El pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) solicitó a Rodolfo Ríos Garza y a Teresa Incháustegui Romero, titulares de la Procuraduría General de Justicia (PGJDF), y del Instituto de las Mujeres (Inmujeres), ambos de la Ciudad de México, a impulsar una campaña de prevención dirigida los adolescentes que acuden a lugares en los que se consumen bebidas alcohólicas a fin de alertarlos sobre los riesgos que implica dicha conducta.
En el punto de acuerdo presentado por la diputada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Elizabeth Mateos Hernández, también se pidió los jefes delegacionales, para que en dichos establecimientos se cumpla con las restricciones existentes y no se permita el acceso a menores de edad, ya que lamentablemente, en algunos, que no tienen las medias necesarias para evitar que adolescentes los frecuenten, se convierten en el lugar perfecto para que sujetos sin escrúpulos cometan conductas delictivas, del orden sexual.
En tribuna, la diputada perredista expuso el caso de una menor de edad, que acudió a un sitio de los llamados “antros” ubicado en la colonia Polanco, en la Delegación Miguel Hidalgo, donde fue inducida a ingerir bebidas alcohólicas adulteradas para, bajo el efecto del alcohol y engaños, ser llevada a su casa, y luego ser agredida sexualmente y consumar una violación tumultuaria, por tres sujetos.
“Desafortunadamente en la Ciudad de México cerca de 35% de las niñas, niños y adolescentes abusados sexualmente, se encuentran en el rango de edad de 12 a 14 años; mismo que resulta el más alto, con respecto a las demás edades. Lo anterior puede ser consecuencia de que en esta etapa los niños pasan a la adolescencia, un factor predominante para que se cometa el abuso por parte de los victimarios”, manifestó la asambleísta.
Mateos Hernández señaló que existen diferentes factores sociales que influyen de forma directa en el consumo de alcohol por los adolescentes, como la búsqueda de compañía en fiestas, bares, cervecerías o reuniones, donde la justificación del consumo es convivir con los amigos.
“En México, al igual que en muchos otros países del mundo, principalmente donde la legislación es ambigua, se dan las condiciones para que este fenómeno prolifere y sea aprovechado por la delincuencia organizada, a través del delito genérico de trata de personas”, agregó.
Ante ello, dijo, la prevención del consumo de alcohol entre los estudiantes desde la educación básica, requiere construir, sin demora, nuevas estrategias de atención eficiente y específica, a fin de revertir las tendencias que marcan a los centros escolares como uno de los principales lugares donde se suele presentar este fenómeno.
Subrayó que las afectaciones que se generan por el consumo de alcohol en las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, repercuten directamente dentro de su sistema familiar y se expanden a otras áreas, generando bajo rendimiento escolar, afectaciones a nivel emocional, depresión, aislamiento, agresividad, hiperactividad, suicidio, desnutrición, enfermedades cardiacas, entre otras.
Expuso que la producción de bebidas alcohólicas adulteradas varía tanto por las materias primas, como por los equipos, pues de acuerdo con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa), al ser producidas de forma clandestina, presentan un alto porcentaje de metanol y su ingesta afecta principalmente el habla, la visión, el oído, el conocimiento y el equilibrio, pues a pesar de generar una situación de euforia, alteran la respiración y los reflejos espinales, hasta llegar a la intoxicación que pueden provocar un estado de coma.
Los diputados Xavier López Adame, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y José Alfonso Suárez del Real, de Morena, se sumaron al punto de acuerdo de la diputada perredista.
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