ENFERMEDADES RENALES UNA “BOMBA DE TIEMPO”

Las enfermedades renales son una “bomba de tiempo” que debemos desactivar con mayor inversión en programas preventivos para hacer frente a padecimientos crónico degenerativos mal controlados como diabetes mellitus, hipertensión arterial, lupus, colesterol, obesidad y la automedicación.

Por ello, el pleno aprobó el dictamen de la Comisión de Salud de la Asamblea Legislativa que preside la diputada Nora Arias Contreras, el cual reforma la Ley de Salud de la Ciudad de México, a fin de impulsar el desarrollo de programas de prevención con la debida infraestructura e insumos, así como la firma de convenios con el gobierno federal y la iniciativa privada.

En tribuna Arias Contreras argumentó que es fundamental cambiar los hábitos alimenticios, disminuir la ingesta de sal, azúcar, grasas saturadas, tabaco, alcohol, bebidas gaseosas y endulzantes. Y en sentido contrario, se debe hacer ejercicio y acudir a un chequeo médico de manera regular, apuntó.

La diputada del PRD, sostuvo que la falta de una “cultura de la prevención” ha desatado males catastróficos que destruyen la economía de las familias, por los exorbitantes gastos que superan los 250 mil pesos por paciente al año, pues el tratamiento requiere hemodializarse hasta tres veces por semana con los altos costos que ello implica.

Paralelamente, la diputada Nora Arias conminó a impulsar la “cultura de la donación de órganos”, toda vez que para combatir un mal renal, se requieren 15 mil trasplantes al año, pero sólo se realizan 2 mil 500 en promedio. Esto deriva, en 12 mil muertes anuales, mencionó.

A esa situación –destacó la ex delegada en Gustavo A. Madero- se le agrega que desde 2010 la Secretaría de Salud sumaba cada año 40 mil nuevos casos de pacientes con insuficiencia renal. Esto, sin considerar que de acuerdo a la Fundación Mexicana del Riñón, actualmente hay 60 mil pacientes con tratamiento de diálisis peritoneal o hemodiálisis, explicó.

La presidenta de la Comisión de Salud, insistió en la prevención para evitar gastos estratosféricos, pues el costo de la operación de trasplante renal rebasa los 100 mil pesos y el tratamiento con inmunodepresores para evitar el rechazo del nuevo riñón, asciende a 15 mil pesos por mes en promedio.

“Este año, la Secretaría de Salud (de la Ciudad de México) informó que tan sólo en 2009, el 22 por ciento de los pacientes que requieran tratamiento lo recibieron y su costo ascendió a 7 mil 550 millones de pesos, lo que significa que para lograr atender al 100 por ciento de la población de pacientes con insuficiencia renal, el costo promedio se elevaría a 34 mil millones de pesos por año”, mencionó.

Citó que de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política del Desarrollo Social, el 61 por ciento de la población mexicana no tiene seguridad social y el Seguro Popular no contempla la cobertura de la insuficiencia renal.

Además, comentó que la población objetivo de atención de la Secretaría de Salud es del orden de cuatro millones de residentes en la Ciudad de México, que no tienen acceso a ningún sistema de seguridad social, entre los que se encuentran dos mil personas con males crónico renales.