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¡…GUERRA DE PAPEL…!


Apariencias de antología


Pareciera que todo esto que está viviendo el mundo, pertenecería al rodaje de una película ciencia ficción aplicada en la siquiatría de antología, frente a una sociedad materialistamente soberbia, que se encamina a laberintos de una coreografía de terror sin salida.

De esas cintas cinematográficas que Hollywood selecciona para dar huella y premiar al mejor actor del momento con la estatuilla del Óscar, por su más extraordinaria y justa actuación en el mundo del celuloide, en el periplo de vida.

Es un claro ejemplo estadounidense con la simple y sencilla idea que el multimillonario Donald Trump se haya convertido en el Presidente Electo Constitucional número 45 en toda la historia de los Estados Unidos de Norteamérica.

Tras serle favorable “el voto duro con sentimiento revanchista antidemocrático” –rememorando la álgida época de Hitler-, ganó los históricos comicios más controvertidos de la vida contemporánea de esa poderosa nación, que para algunos no convenció, en la más amplia lógica de las circunstancias a quienes se sienten vivir en la burbuja del conservadurismo.

Mr. Trump -muy parecidito a nuestro “Legítimo Presidente Mexicano” (Mr. Andrés Manuel López Obrador)-, dice una cosa y en la praxis cambia de ideas de forma sensacionalmente impredecible que rebotan en la preocupación, y ser considerados un peligro para las naciones, y otro para el mundo entero. Ambos tienen semejanza en todo tipo de gesticulaciones que los caracterizan y hacen recordar a la fatídica y siniestra face de Hitler. Verdaderos imitadores, engendros del Demonio, advierten críticos.

Primero estaba en ciernes su decisión de irse a vivir a la Casa Blanca, pero luego declinó esa idea; dejó un vacío de ideas, pero saturadas de preguntas sin respuestas inmediatas.

¿Entonces, dónde va a despachar?, más que en el Despacho Oval de la avenida Pensilvania o la Pennsylvania Avenue, Ruta del Distrito de Columbia, que es una de las más amplias avenidas de Washington D. C. que conecta a la Casa Blanca y al Capitolio.

Otros, con sentido charlestonesco, también conjeturaban que podría ser en la suite o lobby del hotel más lujoso de la ciudad, o en alguna propiedad lujosísima de Trump.

Luego entonces, viene a la memoria cuando Mr. López también ha sosteniendo su maquiavélica idea que de convertirse en el Presidente de México en su tercera y tal veeezzz…., última oportunidad, no viviría en la Residencia Oficial de Los Pinos, sino en un lugar incierto, que también –volvemos a lo mismo-, ¿en sus pobretonas oficinas de la Colonia Roma? Ambos políticos rompen los moldes de los protocolos institucionales y diplomáticos, y pretenden “innovar” que serán gobernantes diferentes a los tradicionalistas. Que serán “humildes” y ciervos de Dios…

Si bien Mr. Trump y Mr. López tienen una amplia pero exacta semejanza –cuan gotas de agua-, podrían deducirse que comparten extra fronteras el mismísimo estudio sicológico que ambos los caracterizan. Es decir, amanecen diciendo una cosa, y se van durmiendo con indefiniciones e ideas que rayan en la locura. Pareciera, igualmente, que el espíritu de cualquier manicomio del mundo, donde sus habitantes deambulan es amplias zonas como zombis.

Un dato duro es que Mr. Trump ya dio su paso histórico. Solo falta que todos los momios se inclinen con el LoTrump de aquí, ya que a Mr. López cuando era jovenazo, en su polvorienta Macuspana, lo apodaban “el gringo” o “el americano”, por su más amplio parecido a la raza anglosajona norteamericana; en archivos fotográficos ilustran que tiene un parecido a Bill Clinton, cuando éste había conquistado el poder norteamericano. Había sonreído jocosamente, y en LoTrump existe la imitación.

A los gringos prácticamente “Dios no los ayudó…”, los abandonó y menos que los halla agarrado confesados. Su alegórico “oh my goat!, tendrá otro matiz. Su escenario será diferente para ver qué es lo que harán cuando Trump comience a cometer locuras desde el propio Despacho Oval (The Oval Office, en inglés) que es la oficina oficial del Presidente de los Estados Unidos de América. Situada en el Ala Oeste de la Casa Blanca.

Sus inclementes y acciones magnánimas, el panorama se configura incierto y hasta tal vez, infausto. Mientras Mr. Diablo no comience a jugarle al mañoso, al oscurantismo, al traidor con acendradas tendencias de revivir al “ilustre” alemán Adolf Hitler, el mundo estará tranquilo. Por el momento, solo está temblando…

A través de la prensa internacional, la sociedad mundial conoció del presidente electo de Estados Unidos Donald Trump, su confirmación de mantener la tradición presidencialista gringa de ser huésped distinguido de la Casa Blanca, que ponen fin a especulaciones sobre si optaría por residir en la Trump Tower neoyorquina o en otra de sus propiedades. Según el multimillonario, planea mudarse a la Casa Blanca después de la toma de posesión, el 20 de enero de 2017, como establece la tradición.

Su esposa Melania Trump y su hijo Barron, no se mudarán de inmediato a la Mansión Presidencial, agregó. “Muy pronto. Después de que haya terminado en la escuela”, dijo recientemente Trump, cuando la prensa gringa le preguntó si Melania y Barron se trasladaría a la Casa Blanca después que tome el juramento de su cargo.

El asesor de comunicaciones de Trump, Jason Miller, comentó a medios locales de prensa que hay “sensibilidad para sacar a su hijo de 10 años fuera de la escuela a mitad del año escolar”, por lo que se mantendrá en Nueva York hasta que finalice el curso.

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