Debaten en Ensenada sobre mujeres y ciencia
Mujeres universitarias especialistas en nanociencias, abordaron los retos que conlleva dedicarse a la investigación en una sociedad que aún asigna a las mujeres el papel de amas de casa, esposas serviciales o mamás cuidadoras.
Mujeres universitarias en la ciencia fue el título de la mesa de debate que se realizó ayer en el Centro de las Artes de Ensenada (CEARTE), organizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Gobierno de Baja California, en la que seis investigadoras científicas, profesoras, estudiantes de ciencia y un investigador, abordaron los retos que conlleva dedicarse a la ciencia en una sociedad que aún asigna a las mujeres el papel de amas de casa, esposas serviciales y abnegadas o mamás cuidadoras.
La mesa de debate estuvo integrada por Catalina López Bastidas, física del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNYN); Ana Linda Mizquez Mercado, profesora del Laboratorio de Nanociencias; Carolina Bohorquez Martínez, estudiante de maestría en nanociencias; Lizette Hernández González, estudiante de licenciatura en nanociencias; Teresa García Díaz y Mauricio Reyes Ruiz, astrónomo del Instituto de Astronomía (IA), ambas instituciones del campus Ensenada de la UNAM.
Ser mujer mamá, esposa, cocinar o planchar no se contrapone con estudiar ingeniería, física, matemáticas o investigar átomos, moléculas, galaxias, nebulosas, exoplanetas y sociedades humanas; además de ser mujeres creadoras, fuertes, inteligentes, perspicaces, instruidas, expertas y conocedoras.
La relación mujer-científica generó en las participantes metáforas, reflexiones y remembranzas interesantes e ilustrativas como la que expresó Ana Linda Mizquez: “Ser científica se parece a los bebés recién nacidos, con muchísima curiosidad que quieren probar y entender todo lo que les rodea”.
Por su parte, Carolina Bohorquez, rememoró que “tenía mucho miedo de ver el cielo nocturno, hasta que leí un poema de Rubén Darío titulado A una estrella y me conmovió tanto que hice a un lado mi miedo y salí a ver cómo un lucero puede provocar esos sentimientos a un poeta”.
Agregó que “más tarde vi la serie de televisión Cosmos, del astrofísico Carl Sagan, y concluí que las revistas y programas de supercherías y pseudociencias a las que había estado sometida no valían la pena”.
Las académicas coincidieron en que el papel de los padres es muy relevante para impulsar el estudio y desarrollar las habilidades para la ciencia. En la infancia es muy generalizado que a los varones se les incite a explorar y vivir aventuras, pero a las niñas no, por lo que se tienen que desechar las falsas diferencias entre hombres y mujeres porque biológicamente el desarrollo es igual, explicó Ana Linda Mizquez, quien añadió: “Para mi padre había dinero solo para la educación, no para fiestas, vaciladas o paseos”.
La física en nanociencias, Catalina López Bastidas construyó una imagen sorprendente y creativa de ser mamá, científica y ser humano: “Para mí, la maternidad es como un autoensamblaje, como en las nanociencias que bates sustancias en un matraz y ves cómo se van haciendo cadenitas que luego puedes usar para algo; así los bebés, son un autoensamble, se hacen los ojos, se hacen los huesos, pulmones, cerebro (…) Ser una mamá científica para mí ha sido muy sorprendente”.
A la pregunta ¿qué hacía Mauricio Reyes Ruiz, jefe del Observatorio Astronómico Nacional, en esa mesa de mujeres científicas? el astrónomo contestó: “Porque soy esposo y papá de cuatro niñas, pero además, ofrecer en esta mesa la visión masculina, porque siempre he apoyado la igualdad de género”.
Comentó que no hay que establecer diferencias entre hombres y mujeres porque el desarrollo es igual. Los hombres tenemos que hacer conciencia de que muchas de nuestras actitudes o comentarios aparentemente inocentes, son agresivos para el género femenino, como “las mujeres no sirven para las matemáticas”.
Finalmente, Reyes Ruiz subrayó que en las escuelas, institutos y centros de investigación debería de haber una capacitación, un código de ética que establezca los límites entre ser amables y atentos con las colegas y estudiantes, y acosar o establecer relaciones de poder como tutores.
La presentación del evento estuvo a cargo de María Eugenia García Campuzano, asistente ejecutiva de la Jefatura del Observatorio Astronómico Nacional, y la conducción de la mesa, de la socióloga Nashyeli Figueroa Galván, experta en estudios de género del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Óscar Edel Contreras López, director del Centro de Nanociencias y Nanotecnología, cerró el evento Mujeres Universitarias en la Ciencia, al decir que para la UNAM, llevar a cabo desde años atrás, actividades para reflexionar y hacer conciencia de la equidad de género es sustantivo, y propuso organizar próximamente una mesa en donde estén hombres y una colega investigadora.