El muro de Trump, divide pueblos
El Consejo Ejecutivo de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe expresó en una carta su apoyo a “todos los universitarios mexicanos”, a sus instancias de conducción y a todo el país, y rechazaron el muro porque divida pueblos y aleje comunidades que viven hermanadas.
El Consejo Ejecutivo de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL) expresó su solidaridad a todos los universitarios mexicanos, a sus instancias de conducción y a la comunidad mexicana en general ante las políticas que hacia México tiene el presidente estadounidense, Donald Trump.
En una carta enviada desde Bogotá, Colombia, los miembros de la UDUAL sostienen que “es tiempo de reforzar los puentes que hemos construido a lo largo de una historia por momentos difícil entre nuestros pueblos y sus gobiernos”.
Por ello, rechazan enfáticamente la construcción de un muro que divida dos pueblos y que, por ello, aleje a dos comunidades que viven hermanadas de muy distintas maneras.
“Ante las actitudes belicistas, irracionales y xenófobas, ofrecemos la paz, la concordia, el reconocimiento de la otredad, el uso de la razón, el sentido común y el bien común”, señalan.
Los rectores firmantes, miembros del Consejo Ejecutivo de la UDUAL, expresan su solidaridad a las autoridades universitarias mexicanas y a sus comunidades de estudiantes, profesores y trabajadores administrativos y manuales.
Manifiestan que apoyarán las acciones que determinen en defensa de México y de sus migrantes, en defensa de los universitarios mexicanos en los Estados Unidos y en defensa del libre ejercicio de la crítica.
En el documento dirigido a las universidades mexicanas se reconoce que nuestro país vive un momento difícil y que desde la presidencia de Estados Unidos se está dirigiendo un ataque a nuestra nación.
Sostienen que ya en su campaña, Trump utilizó a México como uno de sus blancos de ataque preferidos. Se ofendió al país y a sus migrantes. Se ofreció a los electores expulsar a millones de migrantes, junto con el compromiso de construir un muro que dividiera la frontera con Estados Unidos. Muchos mexicanos y latinoamericanos que desde hace años trabajan en la Unión Americana viven momentos de zozobra ante la amenaza de ser expulsados.
Un caso de particular relevancia es el de los llamados dreamers, jóvenes latinoamericanos que se inscribieron en un programa gubernamental que les permitía estudiar en aquel país. Confiando en que se trataba de un programa promovido por instancias relevantes de las instituciones
estadounidenses, entregaron información que daba cuenta de su situación migratoria, junto con datos que permiten localizarlos. Trump no ha aceptado continuar con ese programa, su oferta ha sido que al decidir lo que hará al respecto, lo hará con el corazón.
Las relaciones entre ambos países son importantes en muchos aspectos. El mandatario estadounidense se ha centrado en la migración y los intercambios comerciales. Sin embargo, hay profundos lazos de cooperación en otros muchos campos: entre universidades a nivel de intercambios de estudiantes y profesores, compartiendo proyectos de investigación, impartiendo programas de posgrado conjuntos.
Esta cooperación universitaria que también involucra a universidades latinoamericanas y caribeñas está seriamente amenazada. Los lazos culturales, en los que destaca la aportación de numerosos artistas mexicanos y de otros países de nuestra región, de igual manera pueden afectarse por decisiones tomadas al más alto nivel gubernamental estadunidense.
Consideran que es hora de unir los esfuerzos universitarios de América Latina y el Caribe, y las de éstos con los colegas norteamericanos y latinos que en las universidades de Estados Unidos comparten con nosotros lazos de cooperación y valores.
La universidad, es necesario recordarlo en esta difícil hora para los latinoamericanos y caribeños, constituye un espacio esencial para la creación y difusión del nuevo conocimiento. Ello exige la más amplia utilización del ejercicio de la crítica en los propios ambientes de la ciencia y también en la política. Por ello no cabe entre nosotros la xenofobia, ni la discriminación, remarca el documento.