Desigualdad social en México
Contra los programas asistencialistas, condicionados y propagandísticos del Gobierno Federal en materia de atención social, México requiere una política basada en la justicia, dignidad y promoción de una vida adecuada como el establecimiento del “Ingreso Ciudadano Universal”, que representa una oportunidad para disminuir la desigualdad social y evitar la discrecionalidad y oportunismo político.
En ello coincidieron las diputadas Araceli Damián González y Norma Xóchitl Hernández Colín, al participar en el Seminario “Ingreso Ciudadano Universal. Una Alternativa a la Crisis del Empleo y la Pobreza en México”, que se llevó a cabo en el Recinto Legislativo de San Lázaro y fue inaugurado por el diputado Virgilio Caballero Pedraza, Vicecoordinador del Grupo Parlamentario de Morena.
En su oportunidad, Araceli Damián explicó que el “Ingreso Ciudadano Universal” es una alternativa real ante la grave crisis de desempleo que se padece en todo el país y la falta de dinamismo económico, pues implicaría romper con los actuales esquemas.
“Se trata de un ingreso monetario pagado por el Estado a cada miembro de la sociedad, sin que medie condición alguna para su otorgamiento, e integrado a un sistema tributario progresivo como base para la reorganización de las políticas públicas”, explicó la organizadora de dicho evento.
Aclaró que esta medida no sólo busca garantizar la existencia material básica de todos los ciudadanos, sino además lograr la estabilidad macroeconómica de México, al garantizar el consumo y sostener la demanda aun en tiempos de crisis.
La también Presidenta de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, precisó que no es lo mismo quedarse sin un salario por la carencia de un empleo, a contar con un “Ingreso Ciudadano Universal”, que evitaría entrar en recesión.
A su vez, la diputada Norma Xóchitl Hernández consideró que en los tiempos actuales es necesario poner sobre la mesa otras posibilidades que amplíen el espectro de la política social, la cual debe replantearse para hacer frente a las carencias que padecen millones de mexicanos de manera cotidiana.
“El ‘Ingreso Ciudadano Universal’, conocido también como ‘Renta Básica Universal’, es un asunto que por el simple hecho de ser persona se estaría otorgando y el Gobierno tendría la obligación de distribuirlo en una cantidad igual o superior al umbral de la pobreza”, recalcó.
En tanto, durante su mensaje inaugural, el diputado Virgilio Caballero opinó que el “Ingreso Ciudadano Universal” no es una exigencia puramente académica, sino una obligación del Estado para buscar soluciones viables a la realidad en la que se encuentra un país empobrecido.
“Si nuestra aspiración como sociedad es defender los derechos humanos y la democracia, es ineludible plantearnos lo que se llaman ‘condiciones materiales de la libertad”, y en ello el ‘Ingreso Ciudadano Universal’ es una forma legítima, realista y viable de garantizar esas condiciones materiales para una sociedad libre”, puntualizó.
Los diputados federales compartieron el presídium con Clara Brugada, diputada constituyente y Presidenta del Consejo Estatal de la Ciudad de México, quien se refirió a la forma en que Morena logró insertar una figura del “Ingreso Ciudadano Universal” en la Constitución local.
En el citado foro también participaron Julio Boltvinik, profesor-investigador del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México; Pablo Yanes, Jefe de la Unidad de Desarrollo Social de la CEPAL-México. Cada uno en su momento, señalaron que el “Ingreso Ciudadano Universal” no es otra cosa que el que todas las personas, por el simple hecho de ser tales, tengan garantizado un ingreso monetario por toda la vida.