Epígono de Trotsky

Egresado de los campos de concentración nazi de Dora Mittelbau Nordhausen, donde se explotaba a prisioneros esclavizados para la producción acerera, de empresas como BMW, Industrias Junker, Acereras Krupp entre otras, logrando escapar dos veces después de haber sido detenido por sus actividades de resistencia, para finalmente convertirse en el líder de los trotskistas belgas heredero de la corriente de Lev Trotski, y principal activista de la cuarta internacional, habiendo sido nombrado miembro de dirección de esta organización obrera en 1946.

Su trayectoria como luchador marxista es impecable y su lucha contra el imperialismo contra las ondas largas del desarrollo capitalista, y apologista de la cancelación de la deuda externa del tercer mundo, una cadena interminable de esclavitud y dependencia económica de los países del subdesarrollo, con respecto a la órbita imperial.

En su orden de ideas proclama la liberación del marxismo, de la deformación de la experiencia del stalinismo y de la Guerra Fría, para cobrar una nueva generación de académicos y activistas que lo comprendan, bajo la expresión de la opresión de clases. Opresión derivada del ejercicio del poder y el dinero, por parte de una élite sobre el resto de la sociedad como en la especie aconteció por el buró político establecido por Stalin y Castro en sus respectivas regiones.

Las dictaduras stalinistas en corte de Politburó, se encargaron de traicionar a las ideas del socialismo esclavizando a la gran masa del pueblo, en nombre de la construcción de Repúblicas Socialistas, encadenadas para enriquecer a la clase política reinante.

Si bien es cierto Stalin no se apropió de un ejercicio de enriquecimiento personal, también lo es que su figura opresora constituyó un régimen enfermizo de dictadura en contra del pueblo y del bloque de la Cortina de Hierro.

Castro después del ejercicio del poder de una dictadura disfrazada, como si se tratara del poder del pueblo por más de 50 años, también aprovechó el ejercicio para enriquecer a su familia y allegados, e instituir una suma de privilegios a favor de la élite gobernante y a cuenta de la depauperación de la gran masa popular, con la justificación de su ejercicio basada en una vitrina de apariencia de confort educativo y de asistencia social.

No se diga de los regímenes de la Unión Soviética, emblematizada por Mijaíl Gorbachov encargado de dilapidar el patrimonio y la estructura económica de la Unión Soviética, para beneficiar a los intereses capitalistas del imperio financiarista, representado por la clase judía dominante del plan de globalización instaurado por el neoliberalismo voraz.

Mandel acusa en sus obras, el advenimiento del fracaso de la política económica stalinista, y el desgaste de las posiciones de apariencia marxista, frente al mundo critico y ante tal panorama pretende la reconstrucción de un mundo libre, con la unificación poderosa del sindicalismo obrero popular y revolucionario, como contra respuesta a la esclavitud de las masas depauperadas y bajo una óptica de concientización de clase universal, en respuesta y resistencia anticapitalista.

Pero de ninguna manera un sindicalismo canceroso digno de la expresión de la corrupción capitalista moderna y mafiosa. En los estudios de Ernest curiosamente de origen judío, se amplifica la tesis marxista de la concentración del capital, en cuanto a que en el seno del capitalismo, obra su propia destrucción; la horca del capitalismo es la concentración en unas cuantas manos de la plusvalía o de la riqueza social.

En la época del neoliberalismo económico, se introduce la proyección de libre comercio globalizante, como fórmula de ruptura a la horca del capitalismo, en la búsqueda de mercados internacionales con la afluencia del llamado comercio internacional.

Es decir, la depauperación y pérdida del poder adquisitivo, de la gran masa se suple con el intercambismo mundial, con una generación de plusvalía extraordinaria acumulable en los fueros de las elites financieras mundiales.

Tal pareciera que cobran vida las profecías del kibalion, y los señalamientos estructuralistas de Henry Ford en su libro “el Judío internacional”.

Ernest Ezra Mandel (Fráncfort del Meno, Alemania, 5 de abril de 1923-Bruselas, 20 de julio de 1995) fue un economista, historiador y político belga. Fue uno de los líderes del trotskismo después de la muerte de Lev Davidovich Bronstein, mejor conocido como León Trotsky.