Detonar la innovación
La razón por la que en México no se ha podido detonar la innovación se relaciona más con la falta de visión y de organización que con la ausencia de talento.
El doctor Rodolfo Quintero Ramírez, investigador del Departamento de Procesos y Tecnología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Cuajimalpa, dijo lo anterior.
Explicó que la visión tradicional es que los investigadores desarrollen conocimiento o investigación sin ir más allá, un ejemplo de ello, fue la creación del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), diseñado para hacer ciencia y no innovación.
“Históricamente, el momento en que comenzó a profesionalizarse la investigación científica y tecnológica en nuestro país, por allá de los años 70, había un sesgo científico y pasaron varios años, hasta que a finales de los 90 comenzó a haber un cuestionamiento serio sobre si eso era lo que queríamos y necesitábamos, y encontramos que no era suficiente hacer ciencia; también requeríamos los productos de ese conocimiento traducidos en generación de riqueza”, señaló el doctor en ingeniería química por el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Pasar de la ciencia básica a la aplicada ha sido realmente difícil y lento porque toda una generación se formó bajo ese paradigma y creó un sistema de medición y de estímulos para la ciencia básica.
“Por eso muy pocos llegaban a desarrollar patentes porque nuestra visión de la aplicación tenía un futuro inmediato; sin embargo, la innovación es el fin último, es a lo que se quiere llegar. Además, la innovación tiene otro componente ajeno a la ciencia aplicada y básica que es: generar valor y riqueza”, dijo el integrante del SNI.
Cuando hablamos de esto, dijo, se crea mucha controversia sobre quiénes son los que se benefician: ¿La institución? ¿los investigadores? ¿los estudiantes? y además se cuestiona ¿qué tan válido es utilizar los recursos públicos para que una persona se haga rica? son aspectos que han retardado la transición.
“He estado en seis instituciones diferentes de este país, y en todas ellas he empujado la creación de patentes y en todas he encontrado una respuesta lenta. Todavía del discurso a la práctica hay un trecho.
Como estrategia sugiero difundir los éxitos para demostrarnos que científicos de primer nivel también pueden generar innovación”, dijo quien ha sido profesor invitado en Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, República Dominicana, Perú y Venezuela.
La innovación como un generador de riqueza es un factor fundamental que se debe impulsar en las instituciones educativas, “y el sector educativo es donde las personas trabajamos buscando algo diferente.
Por esa razón es tan importante que el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, congregue a los diversos actores del sistema educativo de nivel superior para que a través de sesiones de trabajo podamos impulsar la innovación, la cooperación y una nueva visión”, resaltó el exdirector del Centro de Transferencia de Tecnología de la Universidad Autónoma de Nuevo León.