Servicio de calidad.

Actualmente el transporte público de pasajeros representa un riesgo a la salud, ya que se le atribuyen 5000 muertes al año vinculadas con accidentes causados por el transporte de este tipo.

Una persona promedio pierde cuatro años de su vida en el transporte público, mientras que hace 20 años era de dos, y ante estas cifras es evidente un incremento en el estrés de los habitantes que preocupa y repercute en su competitividad, en el cual hay que trabajar para buscar soluciones.

En el marco de la inauguración del 9° Congreso Internacional de Transporte (9° CIT), organizado por la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), que se lleva a cabo los días 20, 21 y 22 de abril en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México (CDMX), el lema es la apuesta por una “Movilidad Urbana, Integral y Sustentable”.

Con la asistencia del Secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano Alamán, así como el representante de la COPARMEX Alberto López Nava y el presidente de la AMTM, Jesús Padilla Zenteno, en conjunto con otras autoridades de distintos estados del país.

El evento se centró en el interés por la búsqueda de un mejor y mayor desarrollo en el transporte público, más limpio, eficiente y sustentable.

Por tal motivo urge el trabajo con respecto al tema, el cual ahorraría recursos en materia de salud pública y estrés causado a los habitantes.

Es así como se propone un transporte centrado en los usuarios, por lo que Padilla Zenteno definió al tránsito de las ciudades como “el colesterol le hace daño al cuerpo”.

Afirmó que ofrecer los servicios de movilidad de “manera formal y eficiente es más caro que aquellos que se dedican a ello en lo informal”. Por lo que tocar el tema implica trabajar de forma integral en temas como el pago de impuestos, calidad de servicio para los usuarios, inversión en tecnología y protección al medio ambiente. Ante esta disyuntiva, la pregunta vital con respecto al transporte público son las tarifas, es decir “¿quién paga por un transporte eficiente y de calidad?”.

Frente a las posibilidades de una mejora, el pago podría estar en los gobiernos o en el usuario.

Es riesgoso que los primeros tomen decisiones con base en diferencias o beneficios políticos, los segundos se ven afectados por la economía actual. Ante lo cual propuso cuatro puntos para comenzar con este análisis complejo de abordar: El primero se centra en identificar de forma responsable ¿quién pagará por la diferencia?; el segundo en la creación de incentivos fiscales para crear empresas formales; seguido por, políticas integrales de orden tarifario; y por último la construcción de un ambiente de certidumbre y eficiente implementación. Esto con el fin de la creación más empresas en el sector que generen una saludable competitividad.

Ante esta exhortación el Secretario de Movilidad de la Ciudad de México Hector Serrano Cortés respondió que las decisiones políticas con respecto al tema se deben de tomar sopesando la responsabilidad antes que en la popularidad política que llegaran a tener.

Por otra parte Rafael Pacchiano dijo que es tarea de los transportistas y los gobiernos, por lo que anunció el Programa de Reconversión que implementará en unos días el Gobierno Federal con una bolsa de 160 millones de pesos para ayudar a la reconversión del transporte público por uno más limpio y eficiente.

Así Padilla aseveró que tenemos que avanzar en el análisis para generar alternativas que respondan a la pregunta de “¿A quién le toca que el transporte público funcione?” A lo cual habrá que dialogar para poner en la mesa las coincidencias más que las diferencias que beneficien tanto a usuarios como a los prestadores del servicio.