Explotación infantil
Los menores que trabajan en el mercado tienen entre siete y 15 años de edad, su labor principal es el traslado de mercancías con un peso mayor a los 80 kilogramos y jornadas laborales de hasta 10 horas.
La Diputada del PRD, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Rebeca Peralta, dijo que el trabajo infantil daña la salud de los niños, pone en peligro su educación y conducen a una mayor explotación y abusos, así como un estancamiento económico y personal en su edad adulta.
La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), solicitó al coordinador general de la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA), Sergio Palacios Trejo, implementar medidas urgentes para erradicar la explotación laboral que sufren niños y niñas al interior del mercado considerado el más grande de América Latina.
Durante la sesión de la Diputación Permanente de la ALDF, los legisladores también exhortaron a la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF), a que realice una investigación para detectar el daño físico, psicológico y metal que se causa a los infantes que trabajan en el citado mercado.
Al presentar el punto de acuerdo, la diputada del PRD, Rebeca Peralta León, precisó que “los menores que trabajan en la Central de Abasto tienen en su mayoría entre 7 y 15 años de edad, su labor principal es el traslado de mercancías que tienen un peso mayor a los 80 kilogramos con jornadas laborales de hasta 10 horas”, precisó
“De acuerdo a especialistas, los menores que tienen este tipo de trabajos tienden a padecer lesiones musculo-esqueléticas que en muchos de los casos son irreversibles, las cuales pueden generar alteraciones musculares de por vida”, alertó.
Consideró que los infantes que laboran en la CEDA sin duda forman parte de los aproximadamente 2.5 millones de niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años que realizaban alguna actividad de trabajo económico, de los cuales 33% eran mujeres y 67% hombres, de acuerdo a cifras del INEGI.
Comentó que el trabajo infantil daña la salud de los niños, pone en peligro su educación y conducen a una mayor explotación y abusos, así como un estancamiento económico y personal en su edad adulta. Los daños son irreversibles, de tal magnitud que incluso derivan fuertemente en una sociedad poco productiva y poco competitiva, dijo.
La legisladora por Iztapalapa señaló que la CEDA es una fuente importante de empleo; sin embargo, se presenta un problema visible en la totalidad de sus instalaciones, la explotación laboral infantil.
Recordó que la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo de la Ciudad de México reportó que el 50% de los menores que trabajan en la ciudad son capitalinos, principalmente de las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco e Iztapalapa, mientras que el otro 50% proviene principalmente del Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Morelos.
“La Central de Abasto de la Ciudad de México es el centro de acopio y distribución de productos de consumo más grande del país y según cifras del Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abasto diariamente acuden alrededor de 350 mil personas para realizar transacciones comerciales y el valor de su operación comercial de compra y venta asciende aproximadamente a 9 mil millones de dólares anuales”, indicó.
Agregó que estimaciones globales de la Organización Internacional del Trabajo indican que en el mundo existen aproximadamente 215 millones de niños y niñas víctimas del trabajo infantil.
De acuerdo al Módulo de Trabajo Infantil (MTI) 2013, anexo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de los 2.5 millones de infantes que trabajan, el 40% no van a la escuela, concluyó.