Política ambiental
El vicecoordinador del GPPRD en la ALDF, Raúl Flores, responsabilizó a las entidades colindantes de nuestra ciudad, particularmente el Estado de México, de ser las causante de los altos niveles de partículas contaminantes que han llevado a que el gobierno de Miguel Ángel Mancera aplique por varios días consecutivos las medidas de la Fase 1 de contingencia ambiental.
Luego de pedir al Gobierno Federal que le exija al gobernador Eruviel Ávila que homologue o empareje su política ambiental con la de la Ciudad de México, puesto que es su obligación al estar el Estado de México ubicado en la misma zona geográfica, Flores García recalcó que la capital del país es la única entidad de la llamada megalópolis que ha contribuido diariamente con su red de monitoreo y con la aplicación de medidas para disminuir los niveles de polución.
"Evidentemente aquí se puede armar todo un falso debate, pero la CDMX puede demostrar que es la única entidad que tiene una red completa y muy profesional de monitoreo diario y una verdadera política ambiental. Sabemos que hay quienes de manera perversa tratan de manipular este tema políticamente y que en lugar de exigirle al gobierno priista del Estado de México que empareje su política ambiental por formar parte de la megalópolis junto con Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, prefieren atacar al gobierno del Doctor Mancera y no ayudar en nada a la Ciudad y a sus habitantes en esta complicada situación ambiental, a la que todas y todos de alguna forma hemos contribuido".
En entrevista, el también presidente del PRD-CDMX señaló que el tema del combate a la contaminación no debe ser un tema que se preste a falsas interpretaciones políticas, y recordó que a diferencia de los años 90 del siglo pasado, durante la última década la Ciudad ha impulsado y ha trabajado intensamente en una política ambiental mucho más agresiva para bajar los niveles de ozono y de las partículas pm10.
"A partir de los últimos 10 años los parámetros para aplicar una contingencia fueron bajando y como en un concurso de salto ahora nos pusieron el nivel más complicado y el nivel del umbral ahora es más bajo. Es decir, la gente tiene que saber que ahora lo que es una cosa positiva, porque lo que queremos es que el reto sea aún mayor".
El líder perredista también destacó que durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera se han hecho compromisos muy relevantes en el tema de la contaminación como transparentar la información, darla a conocer a través incluso de aplicaciones en dispositivos móviles en los cuales se puede conocer de primera mano la calidad del aire; además de que se aplican las fases de contingencia puntualmente y con niveles mucho más bajos de puntos IMECA que antes para evitar llegar a una grave crisis ambiental y de salud pública.
Precisó que mientras en 1993 se declaraba contingencia con 250 Imecas y en 1998 con 240; en 2006 pasó de 240 a 180 y en abril del año pasado (2016) el gobierno local decidió que decretaría contingencia al llegar tan solo a lo 150 Imecas.
"Estamos conscientes de que las contingencias son una molestia, pero también sabemos que hay una responsabilidad del gobierno capitalino para cuidar la salud de las personas, y reto a que alguien me niegue o desmienta. Ahí está el acompañamiento del instituto Mario Molina, de la UNAM misma, pero sobre todo la red de monitoreo que incluso está en el Estado de México, porque lo que nos interesa es medir qué tantos contaminantes está aportando esa entidad, que por mezquindad, codicia, comodidad, irresponsabilidad e indolencia no se ha sumado a las medidas ambientales para poder atacar este problema de manera conjunta, porque la atmósfera no sabe de fronteras políticas ni urbanas".
Raúl Flores recordó que de febrero a junio hay condiciones climáticas que favorecen la concentración de ozono, por lo que pidió a todos los gobiernos de todos los niveles ser cuidadosos al momento de declarar y usar datos precisos y fehacientes para no alertar o azuzar innecesariamente a la población con infundidos que más bien son sucias campañas políticas. "El reto es sin duda no permitir que la contaminación gane la batalla en perjuicio de los habitantes de la Ciudad de México, y eso debería ser asunto de interés y responsabilidad de todos, y no bandera política de nadie".