Presupuesto a Educación
El rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, demandó a la Cámara de Diputados que no se vuelva a presentar un recorte al presupuesto para educación, principalmente a nivel superior, que este año sufrió una disminución real del 6.4 por ciento, pues esto implica desaprovechar el talento de la juventud.
Llamó a que en los meses por venir, que serán “tiempos políticos”, no se limite el desarrollo de la nación y el avance de la educación, pues ésta no debe estar sujeta a cuotas o explicaciones hacendarias de recortes presupuestales.
“La educación no puede detener su crecimiento. Sin ella, el país no tendrá un futuro cierto. La educación superior requiere de mayores recursos con políticas fundamentadas, consistentes y sostenidas en el tiempo”, aseveró.
Al presentar el Informe del Desarrollo en México 2016 ante la Comisión de Desarrollo Social y diputados de distintas fracciones, subrayó que la educación es el principal motor de crecimiento y sin el cual cualquier otra meta trazada será imposible de alcanzar.
Recordó que al aprobarse como obligatoria la educación media superior se estableció alcanzar su cobertura total para el ciclo escolar 2021-2022, y actualmente esta meta parece irse cumpliendo, pues la media nacional de cobertura en el país es del 77.8 por ciento. Sin embargo, en el nivel superior es tan solo del 37.1 por ciento, es decir, seis de cada 10 jóvenes en edad de cursar estos estudios, no tendrán acceso a ellos.
El aumento de la matrícula en el bachillerato y el llamado bono demográfico ejercerán una presión notable sobre la educación superior en los años por venir, agregó.
“El reto que enfrentamos las instituciones de educación superior es mayúsculo. Nuestro país no puede desaprovechar el talento de la juventud mexicana, por eso resulta preocupante que si el sector educativo sufrió este año una disminución real del 4.2 por ciento, haya sido la educación superior la más golpeada con una reducción del 6.4 por ciento. No puede volver a sucedernos. Les pedimos su comprensión y colaboración para que la educación tenga un trayecto ascendente”, remarcó.
El rector de la UNAM dijo que el Informe del Desarrollo en México 2016 muestra este desafío. Se trata, prosiguió, de un estudio analítico, reflexivo y propositivo, que hace una justa evaluación de los logros obtenidos, de las metas no alcanzadas y, cuando es el caso, plantea las propuestas de políticas públicas para acelerar el paso o corregir el rumbo de la justicia social.
“Es finalmente un informe, para ustedes, la representación nacional, que busca sentar las bases del nuevo curso de desarrollo al que aspiramos como nación”, comentó.
Acompañado por integrantes del Programa Universitario de Estudios de Desarrollo (PUED) como Rolando Cordera, Mario Luis Fuentes, Fernando Cortés y Enrique Provencio, expuso que este informe se aborda desde una perspectiva comparativa, tomando como referencia los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, suscrita por los 193 estados miembros de la ONU, entre ellos, nuestro país.
Analiza 11 temas estratégicos, estrechamente vinculados entre sí, pues la reducción de la pobreza se relaciona con la seguridad alimentaria y la educación, y ésta con los temas de inequidad, desigualdad de género, perspectivas de empleo y acceso universal a la salud.
Algunas de las metas planteadas, por ejemplo, reducir al 23.1 por ciento los índices de pobreza, se antojan difíciles de alcanzar, pues dependen de escenarios optimistas, con contextos económicos de estabilidad, tasas mayores de crecimiento económico y una política social más activa que la actual.
La desigualdad y pobreza, prosiguió, se reflejan en el mercado laboral que ya suma un déficit acumulado de más de 8.6 millones de puestos de trabajo formal durante los últimos 15 años, aunque la intención de alcanzar el pleno empleo para el año 2030 es parte de la agenda comprometida.