Masacrar a su gente

Alertan críticos que si el tabasqueño por azares y errores del destino conquistara Palacio Nacional, con plena seguridad consolidaría esa gama dudosa que viene arrastrándose a través de los últimos 20 años, “¡López Obrador, es un peligro para México!”

Se convertiría de forma inmediata, como el clásico “rápido y furioso”, en un autócrata para ordenar el asesinato de millones de mexicanos que, estuvieron o no, de acuerdo con él en su tenaz lucha presidencial.

Lo que dice el ex presidente Vicente Fox Quesada, es cierto… entre lo dicharachero que siempre ha sido el señor de las botas del Bajío, ha sido el de acusar que López Obrador “tiene los mismos genes que Chávez”, y a decir verdad, en sus locos vaticinios, Fox tiene la plena seguridad que el tabasqueño quiere la Presidencia para “jodernos”.

De esos no cabe ni un ápice en la duda.

Debido a su poder de “convocatoria”, el político guanajuatense crea mecanismos de “convencimiento” de forma elitista, porque cita a todos sus vecinos a concentrarse en sus “marchas” o “mítines” en la hacienda de su gran rancho, y que de forma chistosa, hasta un pool de prensa tiene para difundir sus acciones sociopolíticas.

En la Plaza Mártires 2 de Enero, el ex presidente Vicente Fox participó en una protesta en la que alentó a los venezolanos a seguir en la batalla para sacar a Nicolás Maduro del gobierno.

La prensa mexicana dio cuenta que tras participar en una protesta en contra de la “dictadura” del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el ex presidente mexicano advirtió: “Andrés Manuel López Obrador es igual que varios dictadores latinoamericanos, que lo único que quiere es sentarse en la silla presidencial para luego jodernos a todos los mexicanos.

Si bien se puede enumerar el significado de autócrata, traducido en tirano, opositor, arbitrario y déspota, Fox Quesada aseguró que el líder nacional de Morena es un populista, engañabobos, con los mismos “genes” del ex presidente venezolano Hugo Chávez, de Maduro y Daniel Ortega, presidente de Nicaragua.

Con la bandera del país sudamericano en las manos, Vicente Fox se sumó al movimiento de venezolanos de la región Bajío para repudiar al gobierno de Maduro y la represión que se vive en ese país.

“¡Duro a Maduro!”, repitió al arribar a la manifestación.

Al centro de la Plaza Mártires 2 de Enero alentó a los venezolanos a seguir en la batalla para sacar a Maduro del gobierno, con la certeza de que las luchas contra las dictaduras, como la que enfrentó en México en el año 2000, cuando sacó al PRI de Los Pinos, se ganan.

“¡Entonces, Leopoldo para afuera y Maduro para adentro! ¡A la cárcel! Y eso será lo mejor que le puede pasar (a Maduro), porque lo que está haciendo ‘no tiene madre’, lo que está haciendo es matar gente, es haciendo muerte, ensuciándose de sangre”, agregó.

Dijo que la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, también se ensució de sangre: “Ella es un lacayo, es un títere incondicional de Maduro”.

Fox se colocó al centro de 50 integrantes del grupo Venezuela Libre, que exhibían carteles y cruces con mensajes de solidaridad y fortaleza a su pueblo para que resistan ante la dictadura que golpea a su país.

Anunció una reunión con los venezolanos en su rancho San Cristóbal para hacer “un plan estratégico, de cómo le vamos a ir haciendo para que el mensaje les llegue hasta allá.

“A todos ustedes los invito, ahí está el rancho San Cristóbal, aquí muy cerca, 20 minutos de aquí, ahí está su casa; ahí se van a almorzar los mejores chilaquiles, el mejor mole. Ahí se van a tomar el mejor tequila, para que tengamos valor para acabar con los dictadores”.

Raúl Naranjo, de nacionalidad venezolana, pidió el apoyo a las universidades de México en memoria de los 66 estudiantes muertos en su país en la lucha por la democracia.

Fox vaticinó que el político tabasqueño no va a llegar a la Presidencia de la República porque no tiene oportunidad alguna. “No va a llegar, de eso nos vamos a encargar, que no llegue”.

El ex presidente agregó que el triunfo del PRI en el Estado de México en las elecciones del domingo 4 de junio, permitiría proteger las instituciones del país de López Obrador, quien, como los demás dictadores latinoamericanos, quiere llegar al poder para entonces dedicarse a hacer sus tropelías.