Feminicidio de niña
Sin acciones inmediatas e institucionales el Estado de México seguirá siendo el reino de la violencia machista y la impunidad, y el desaseo en el proceso de investigación de este feminicidio puede significar la liberación prematura del presunto responsable.
El caso de Valeria, la niña de 11 años que fue víctima de feminicidio en el transporte público de Nezahualcóyotl, Estado de México (EdoMex), es un claro ejemplo de las
consecuencias de la institucionalización de la violencia machista y la incapacidad de funcionarios públicos para dar la atención necesaria y urgente ante casos de niñas, niños y adolescentes desaparecidos.
En cientos de ocasiones se ha denunciado la misma negligencia en las autoridades ministeriales del EdoMex, quiénes niegan la búsqueda inmediata y el inicio de averiguación previa bajo el argumento absurdo de esperar 48 o 72 hrs "por si se fue por su propia voluntad" y particularmente cuando se trata de niñas o mujeres adolescentes bajo el argumento machista de “se fue con el novio”.
Ante ello, la #REDIM, Red por los Derechos de la Infancia en México señala que lo ocurrido vuelve a mostrar el impacto negativo de las prácticas institucionales que hacen ineficiente y tardía la Alerta Amber. Es importante fincar las responsabilidades administrativas y penales a las autoridades implicadas por violar el Art. 4 Constitucional que dice que “En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez” con lo cual establece la responsabilidad de las autoridades en todos los niveles de actuación.
Las instancias del EdoMex tienen por obligación prevenir, atender y brindar acceso a la justicia a las víctimas de la violencia de género. Sin embargo, de acuerdo con los datos disponibles, es la entidad donde ocurre el mayor número de homicidios en contra de niñas y mujeres adolescentes, con una cuarta parte de los casos registrados entre el año 2013 y 2015. Asimismo, aun cuando el promedio nacional es de 139 personas desaparecidas, el Estado de México registra un total de 975 casos de los cuales el 70% corresponde a niñas y adolescentes mujeres.