Diversidad sexual
Si bien las cosas han cambiado en el paso de las generaciones, en pleno siglo XXI el tema de la sexualidad continúa siendo tabú para muchas personas que optan por dejarlo entre las sombras, lo que lleva a una forma de prejuicios y violencia, muchas veces de forma inconsciente.
En la charla “Género y diversidad sexual, rompiendo paradigmas, repensando nuestra sexualidad”, que se realizó en el marco de la Segunda Semana de la Diversidad Sexual.
Conocimiento es respeto, que se llevó a cabo en el Museo de las Ciencias Universum, la doctora en psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Tania Esmeralda Rocha Sánchez, habló sobre un tema que ha causado tanta polémica en las últimas décadas: la diversidad sexual.
“La sexualidad es inherente a nuestra humanidad”, comentó la investigadora, sin embargo, muchas veces esta sexualidad queda constreñida en el dicotómico corsét que divide a las personas por sus características biológicas en los sexos masculino y femenino; una vez que uno nace y entra en alguno de ambos, es solo natural esperar que la persona se comporte como tal.
“Hasta ahora lo que ha prevalecido es una mirada binaria de la sexualidad porque supone que existen dos polos, dicotómicos y excluyentes”, comentó la doctora.
Explicó que hasta ahora, lo que se nos ha enseñado es que de nuestro cuerpo depende que seamos hombres o mujeres, y por lo tanto que nos comportemos de acuerdo a los estereotipos impuestos para cada uno de estos dos polos.
Uno de los principales problemas que la especialista detecta al abordar la sexualidad es que ésta suele entenderse desde el miedo y los prejuicios, con visiones de correcto e incorrecto, con el matrimonio, la heterosexualidad y la monogamia en la primera categoría, y todo lo demás que sea diferente, en la segunda.
Convencionalmente el género se determina por el sexo, pero ¿qué se hace en los casos en que la biología hace lo suyo y rompe con el binarismo social? “Hay más de dos sexos.
Las personas podemos tener solo en nuestra condición sexuada, en nuestra condición cromosomática, genital, características diversas”, dijo Rocha. Tal es el caso de personas como la atleta olímpica María José Patiño quien, a pesar de contar con todas las características físicas de una mujer, salió con un cromosoma X y uno Y en la prueba reglamentada para ubicarla en una categoría de competición, razón por la cual fue descalificada y le quitaron sus medallas previas bajo el argumento de haber hecho trampa.
Una proporción importante de niños en el mundo “puede nacer bajo una condición intersexual”, aclaró la experta en el tema de diversidad, y querer encajonar a las personas en estereotipos tan cerrados es una forma de violencia.
El sexo, el género y las preferencias sexuales son temas que socialmente van ligados, pero que en la práctica no lo están, de ahí que haya mujeres lesbianas muy femeninas, hombres delicados y heterosexuales, transexuales y pansexuales, por solo mencionar a algunos porque la lista de la diversidad es larga. El primer paso para promover una baja en los prejuicios y la violencia es empezar a discutir el tema desde una perspectiva más abierta e informada.