Prohibida a menores
Dentro de la industria manufacturera, la fabricación y el manejo de fuegos artificiales representan un alto riesgo no sólo para los adultos que se dedican a esa actividad, sino también para decenas de menores de edad que participan en dichas labores, por lo que se debe prohibir la entrada de éstos a los establecimientos donde se manipule pólvora y otros materiales explosivos, propuso la diputada Paola Félix Díaz.
La legisladora federal de Morena dio a conocer que presentó ante el Congreso de la Unión una iniciativa de reformas al Artículo 43 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, con el fin de que la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) supervise y prohíba la entrada de menores de 18 años de edad a cualquier fábrica o local donde se elabore pirotecnia.
En entrevista, subrayó que los materiales que se utilizan para los fuegos pirotécnicos afectan la salud de niños y adolescentes, y su manipulación resulta muy peligrosa para su integridad física. Agregó que el hecho de que los menores de edad trabajen en esa actividad, también los priva de un sano crecimiento, el derecho al juego y a la educación.
Al respecto, explicó que la fabricación de fuegos artificiales está considerada como una de las peores formas de trabajo infantil, debido al contacto con productos altamente explosivos y tóxicos, además de que se lleva a cabo en hogares o talleres carentes de medidas de seguridad e higiene, que ponen en grave peligro la vida de niñas, niños y adolescentes.
“Si bien no existen cifras oficiales sobre la cantidad de menores de edad que laboran en la pirotecnia, en gran medida se constituyen como un negocio familiar de tradición arraigada, cuyos miembros desde muy temprana edad aprenden y apoyan en distintas etapas de la fabricación de estos productos”, recalcó.
En razón de ello, Félix Díaz urgió al Poder Legislativo a modificar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, ya que ninguna tradición familiar ni actividad económica justifican la muerte o lesiones de por vida que sufren infantes y adolescentes, cuyos derechos están por encima de cualquier consideración remunerativa o cultural.
Asimismo, recordó que a raíz de la tragedia ocurrida en Tultepec en 2001, que dejó un saldo de más de 30 fallecidos por la explosión de pirotecnia, en la Cámara de Diputados se discutió la posibilidad de dar cobertura legal a las familias que se dedican a esa actividad, así como cursos de capacitación en el manejo de materiales peligrosos.
Sin embargo, añadió, esa propuesta no prosperó por diferencias entre las fracciones parlamentarias representadas en el Congreso de la Unión, lo que es lamentable pues se han suscitados otras explosiones, como la ocurrida este viernes en el Municipio de Acambay, en el Estado de México, que dejó hasta el momento un saldo de 15 personas lesionadas con quemaduras de segundo y tercer grado.