Turismo sustentable
Nuestro país cuenta con 33 sitios declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco, pero no cumplen con las recomendaciones para celebrar el 2017 Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.
Con un total de 27 bienes culturales, cinco naturales y uno mixto, México se ubica como el país de América Latina con más propiedades inscritas en la lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Sin embargo, ninguno reúne los cinco ámbitos clave que propone la celebración del Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo, explicó Ilia Alvarado Sizzo, del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La investigadora, especialista en Geografía del Turismo y Patrimonio Cultural, señaló que la Organización Mundial del Turismo (OMT) marca una serie de puntos en los que el turismo encaja para el desarrollo sostenible, pero son objetivos en los que México debe trabajar:
De acuerdo con Alvarado Sizzo, el turismo tiene mucho que aportar a la sostenibilidad, ya que es un sector que desde el primer tercio del siglo XX ha tenido desarrollo y crecimiento constantes.
En 2016, la llegada de turistas internacionales a nivel mundial alcanzó la cifra de 1186 millones de visitantes. Además, se calcula que cinco o seis mil millones de personas son parte de las cifras de turismo interno a nivel mundial, lo que significa que el 80% de la población mundial hace algún tipo de turismo.
Otros datos que aportó Ilia Alvarado es la alta tasa económica de turismo: el 10% del producto interno bruto mundial tiene que ver con el turismo, uno de cada 11 empleos en el mundo se relaciona con este sector y se generan 1.5 billones de dólares por exportaciones relacionadas con el turismo, cifras que permanecen en constante crecimiento. “Viajar es parte de los anhelos de todos”, señaló Alvarado.
En este punto la especialista destacó que, de acuerdo con la OMT, muchos de los países en desarrollo son los que más se benefician de las actividades económicas generadas por el turismo. Las mujeres empresarias de este sector representan el doble en relación con otras ramas de la economía, lo cual habla de igualdad e inclusión social.
Es sabido lo importante que ha sido para el desarrollo del turismo los viajes en avión, pero estos también aportan un gran porcentaje de las emisiones de carbono a la atmósfera. Por ello, existe el compromiso de las aerolíneas para reducir estas emisiones en un 5%. Además, explicó la investigadora, también se busca que una parte de los ingresos que se reciben del turismo puedan contribuir a la conservación del patrimonio y de los ecosistemas.
Ilia Alvarado apuntó que a través del turismo se enfatizan las tradiciones, lo que a su vez empodera a las comunidades y las lleva a sentirse orgullosas de sus valores, fomentando la diversidad cultural y generando una sensibilidad respecto al valor del patrimonio.
Cuando hay turismo existe intercambio cultural y conocimiento de otras sociedades, lo que genera interculturalidad para respetar y entender al otro. El turismo, por lo tanto, es un instrumento de la diplomacia, pero también un indicador de la paz y la seguridad (por ejemplo, cuando se hacen recomendaciones sobre no viajar a determinado país en caso de conflictos).
Los puntos que propone la OMT son el ideal de un turismo bien llevado para generar los efectos positivos para el desarrollo sostenible, no obstante, destacó Alvarado Sizzo, entre la teoría y la práctica hay mucha diferencia. “Algunos sitios turísticos del país cumplen, con sus respectivos matices, con algunos de los puntos". Un ejemplo es Chichén Itzá, zona arqueológica en el estado de Yucatán nombrada Patrimonio Mundial Cultural de la Humanidad y el sitio arqueológico con más visitantes a nivel nacional después de Teotihuacán, en el Estado de México.
Sin embargo, la alta afluencia de visitantes no significa necesariamente que la población local se beneficie de los ingresos por turismo, sin duda hay generación de empleos, pero en su mayoría son informales, porque la mayoría de los ingresos en la zona de la Península de Yucatán, principalmente en la Rivera Maya, se queda en empresas extranjeras. “Son estos los casos en los que se tiene que pensar en cambios para que existan mejores ganancias para las comunidades”, agregó la investigadora, para que las utilidades se queden en el país y beneficien directamente a la población local cuyo territorio se explota con fines turísticos.
Ilia Alvarado admitió que bajo este contexto es necesario que el país genere información para saber si se lleva una gestión adecuada del entorno ambiental. En muchos sitios hace falta revisar qué y cómo se está gestionando el patrimonio mexicano.
“No existen indicadores de sostenibilidad en el sector turístico", expuso la especialista, para quien el cumplimiento de los cinco requisitos que propone la ONU solo "podrá lograrse a través de planes de gestión que consideren a la población local”.