Salvaguardar mural
Con el objeto de proteger, promocionar y garantizar a los habitantes de la ciudad el acceso a la cultura, el diputado de morena en la Asamblea Legislativa, José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, solicitó a la directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBA), tomar las medidas necesarias para salvaguardar e impedir el deterioro del mural Los grandes valores nacionales, del pintor mexicano Ángel Boliver.
En Tribuna, el legislador precisó que el mural se encuentra en total abandono al interior del que fuera el edificio de la antigua Contraloría del Departamento del Distrito Federal, ubicado en avenida Juárez número 92, colonia Centro, delegación Cuauhtémoc.
Suárez del Real explicó que aunque el INBA ya señaló que como la obra carece de declaratoria de monumento artístico, no es de su competencia. La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas señala, en su artículo 33, que es monumento artístico aquel que revista valor estético relevante, que tenga “representatividad, inserción en determinada corriente estilística, grado de innovación, materiales y técnicas utilizadas”.
El mural de Ángel Boliver, precisó Suárez del Real, cubre los requisitos solicitados por la Ley, toda vez que está inserto en una corriente estilística que es el muralismo, además, la Ley es muy clara al señalar que la obra mural será preservada y reparada por el Estado. En s
u artículo 45, informó, se establece que la competencia en materia de monumentos artísticos es del INBA. Por tal razón, el diputado requirió que los murales sean preservados por esa instancia.
El legislador urgió a conservar los murales que nos quedan y a recobrar su valor, toda vez que han caído en el olvido, pues “no son representativos de la moda del consumo, sino del afianzamiento de la mexicanidad como punta de lanza de la edificación del Estado nacional”.
Suárez del Real sostuvo que al estar inmersos en el capitalismo, las obras culturales que no generan ganancias padecen los estragos del abandono, la apatía de las autoridades y el zafio desdén de los particulares, por lo que hoy más que nunca es menester solicitar su protección.
Concluyó que al cuidar y mantener los murales se contribuye a abultar la lista del patrimonio cultural de la capital, al tiempo que “se embellece a nuestra muy Noble y Leal Ciudad de México”.