Contaminación
El Gobierno de la Ciudad de México, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), y los ciudadanos, corresponsablemente, deben diseñar políticas públicas eficaces y eficientes que sean respetadas por todos los actores sociales, para evitar que los daños progresivos, acumulativos, degenerativos y mortales aumenten y cobren la vida de más de 37 mil personas en el 2018.
Así lo manifestaron los diputados Ana Juana Ángeles Valencia, Olivia Gómez Garibay, Paulo César Martínez López y el ingeniero biólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana, Saúl Rodríguez Rivera durante el “Foro Propuestas Justas para Limpiar el aire de la Ciudad de México”.
Al respecto, Rodríguez Rivera comparó a la contaminación como a un asesino serial en el sentido que provoca complicaciones severas en cinco de las 10 enfermedades más letales se conocen como enfermedades del corazón, tumores malignos, neumonía e influenza, enfermedades cardiovasculares y pulmonares.
El científico precisó que las partículas contaminantes pueden ayudar a que se desarrolle cáncer y en ese sentido dijo que es necesario se diseñen políticas públicas de manera colegiada entre los diferentes órganos y niveles de gobierno de manera transversal donde intervengan fundamentalmente el sector educativo y el de salud.
Con el objetivo de generar medidas amigables con el medio ambiente, que reduzcan la contaminación, los diputados de morena Ana Juana Ángeles Valencia, Olivia Gómez Garibay y Paulo César Martínez López, organizaron el Foro Propuestas Justas para Limpiar el aire de la Ciudad de México.
Los tres diputados de Morena por la delegación Gustavo A. Madero, coincidieron en la necesidad de establecer medidas de mitigación ambiental en conjunto con las diversas secretarías y entidades de gobierno, así como empresas particulares y ciudadanos organizados a efecto de reducir el ozono que contiene la atmósfera.
Por ello, hicieron un llamado urgente al jefe de Gobierno para que facilite un informe detallado sobre el estado que guardan las más de 81 mil industrias que se localizan en las 16 delegaciones.
Argumentaron que tales industrias emiten más de cuatro mil toneladas de partículas contaminantes todas ellas tóxicas y dañinas para la salud pública y poco se ha hecho al respecto.
Destacaron que es indispensable que las empresas procedentes de comercios, industrias y servicios faciliten las verificaciones de manera trasparente para comprobar que efectivamente no contaminan como aseguran industriales y la CAME. De lo contrario, dijo, deberían verse obligadas a cumplir con políticas en pro del medio ambiente y reducir sus emisiones contaminantes. Sostuvieron que las industrias no son las únicas que contaminan, pues la ciudad cuenta con más de 330 mil unidades de transporte de carga y de pasajeros concesionados, que a la fecha, contribuyeron al avance de enfermedades relacionadas con agentes nocivos.
Hicieron notar que debido a la contaminación ambiental han fallecido más de 22 mil personas en la Ciudad de México y lamentaron que la manipulación de los índices de contaminación ambiental obedezca más a cuestiones político electorales que a una manera de prevenir daños irreversibles a la salud de los capitalinos.
Insistieron que para hacer frente a la contaminación y sus efectos nocivos, las Secretarías de Medio Ambiente (SEDEMA), de Movilidad (SEMOVI) y de Seguridad Pública (SSPDF), deben asumir su responsabilidad y explicar los motivos por lo que continúan en circulación microbuses, autobuses de pasajeros, transporte público federal pesado, camiones de carga propiedad de los gobiernos de la CDMX y del Estado de México que contribuyen a elevar los índices de contaminación.
Recordaron que actualmente operan cerca de 30 mil unidades de transporte público colectivo distribuidas en más de cien rutas y corredores de transporte, de las que más de 11 mil deben ser renovados de manera inmediata porque tienen más de 20 años en servicio cuya vida útil ya caducó, cuestión contemplada en lay donde se menciona que luego una década deben ser retiradas de la circulación.
Lamentaron que la corrupción en el país permita acreditar a empresas contaminantes a costa de la salud de los capitalinos. En ese sentido hicieron un llamado a los habitantes de la ciudad a cuidar el aire que respiramos.
Urgieron al GCDMX a crear una base jurídica para defender el derecho a un medio ambiente sano, así como a resolver los problemas que la Planta de Transferencia de Residuos Sólidos, ubicada en la delegación Gustavo A. Madero, provoca en los vecinos, pues ya ha causado enfermedades respiratorias y de la piel.
Al respecto, el ingeniero Saúl Rodríguez Rivera precisó que las partículas contaminantes pueden coadyuvar al desarrollo de enfermedades del corazón, tumores malignos, neumonía e influenza, enfermedades cardiovasculares, dermatológicas y pulmonares.
Alertó que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el humo de los camiones como los microbuses es promotor de cáncer, pues el riesgo es similar al de un fumador pasivo.
Además, Rodríguez Rivera informó que el programa Hoy No Circula no funciona porque en teoría sólo reduciría en un 20 por ciento las partículas de ozono en el aire, pero como no se respeta en su totalidad, en el mejor de los casos sólo logra reducir un cuatro por ciento.
El especialista conminó a los legisladores a realizar políticas públicas eficaces, ya que si no se actúa de manera inmediata, para 2018 el número de muertes relacionadas con la contaminación ascenderá a más de 37 mil.