Músicos urbanos

El Colectivo de Músicos Urbanos del Centro Histórico, se ha dado a la tarea de realizar una propuesta basarse en la experiencia de París muy efectiva para regular la actividad artística.

La Presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte de la ALDF, Beatriz Olivares, dijo que a pesar de realizar una labor que va de la mano con la visión del Gobierno de la CDMX de tener “una capital cultural”, los músicos urbanos no son reconocidos y por tanto, respetados por las autoridades, por lo que la Presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte de la ALDF

Solicitó mesas de trabajo para la elaboración de un programa relacionado con el fomento y coordinación de las actividades musicales en el espacio público del Centro Histórico de la Ciudad de México.

En un Punto de Acuerdo, presentado ante la Diputación Permanente de la ALDF, que fue aprobado, solicitó que dichas mesas las realice la Secretaría de Gobierno, Secretaría de Cultura, Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo, Secretaría de Seguridad Pública y a la Autoridad del Centro Histórico, todas de la Ciudad de México junto con el Colectivo de Músicos Urbanos del Centro Histórico.

Precisó que de manera habitual estos intérpretes han sido desplazados de los espacios que eligen para interpretar su música y en muchas ocasiones, tratados como si cometieran algún ilícito mayor.

La legisladora sostuvo que para evitar dicha situación, a lo largo de los años los mismos músicos han intentado establecer una regulación de su trabajo sin obtener resultados satisfactorios por motivos diversos.

Explicó que conformados hace algunos meses como el “Colectivo de Músicos Urbanos del Centro Histórico”, desde hace años ocupan un lugar muy importante en las calles, y hay quienes llevan más de tres décadas en esta labor, en donde la oferta musical es enorme y muy variada por lo que son un referente dentro de los elementos con los que se identifica la zona.

Resaltó que tomando en cuenta la entrada en vigor de la nueva Constitución de la Ciudad de México, la cual plantea un modelo cultural de vanguardia enfocado en la libertad del arte y las ciencias así como a los derechos culturales, los miembros del Colectivo de Músicos mencionado, se ha dado a la tarea de realizar una propuesta basada en la experiencias internacionales y con resultados comprobables.

Dicha propuesta se basa en la experiencia de París, uno de los principales destinos turísticos del mundo y una ciudad que a lo largo de la historia se ha caracterizado por siempre ir un paso adelante en muchos ámbitos: ciencia, literatura, moda, arte, cultura, etc.

Dijo que en esta ciudad existe una forma de organización muy interesante, pero sobre todo muy efectiva para regular la actividad artística. “Músicos del metro” es el nombre del proyecto traducido al español.

Informó que la Compañía Arrendataria de los Transportes Parisinos, RATP (por sus siglas en francés), es la encargada de realizar la convocatoria, la organización de los castings y de la debida credencialización de cada uno de los músicos del metro de París, mismos que son identificados con un logo específico bajo la marca de “Músicos del Metro”.

Explicó que la RATP hace dos castings al año, los cuales son evaluados por personas tomadas al azar en la calle y se otorga el permiso a los más aplaudidos. La palabra casting hace referencia más a un censo que a una audición o concurso de evaluación del talento.

Posteriormente, dijo, se publica una lista con los músicos aceptados en el programa y se realiza un festival para que la ciudad, locales y turistas, los conozcan.

Beatriz Olivares resaltó que a cada músico se le otorga una credencial que contiene su fotografía, nombre, características de su actividad, es decir, si es músico solista, si pertenece a uno o varios grupos, etc, el género que interpreta, vigencia de la credencial y el logo distintivo de “Músicos del Metro”.

“Las y Los músicos son asignados en espacios denominados “estaciones”, las cuales están repartidas a lo largo de las paradas del metro de París y tienen el distintivo del programa para que las personas y los mismos músicos puedan identificarlas. En la asignación de los espacios se hace la distinción entre agrupaciones grandes y agrupaciones pequeñas o solistas”, dijo

Sostuvo que sólo se puede tocar en cada estación un máximo de 2 horas por cada integrante o agrupación, pero son los músicos quienes tienen el control de la organización: horarios, rotación de los mejores lugares, etc.

La labor de las autoridades es supervisar que las y los músicos cuenten efectivamente con la debida credencialización, de otra manera, no se involucran en la organización. Aquellos que trabajan sin credencial se hacen acreedores a una multa, pero no se les trata como si estuvieran cometiendo un ilícito mayor.

Cada músico tiene obligaciones, beneficios y compromisos que tiene que respetar, tales como mantener su lugar de trabajo limpio y en buen estado, no excederse de cierto número de decibeles, entre otros.

Existen además un festival y una premiación para los artistas más representativos del metro parisino.

Finalmente explicó que el modelo de organización parisino explicado anteriormente no sólo es vigente, sino que ha demostrado tener resultados positivos tangibles, efectivos y comprobados desde hace más de dos décadas. Tomando en cuenta esto, la propuesta del colectivo es implementarlo en las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, adaptándolo al contexto y realidad social en la que vivimos.