Todos somos Oaxaca
La cifra de los fallecimientos causados por el terremoto de mayor magnitud vivido en México en casi un siglo se elevó a 90 al día de hoy, mientras los habitantes de Juchitán de Zaragoza —una ciudad del estado de Oaxaca que fue devastada— lloraron a sus muertos y los rescatistas comenzaron a evaluar los daños en las aldeas circundantes. Oaxaca fue la región más afectada, con 71 muertos, dijo Agueda Robles, portavoz de la agencia estatal de protección civil. Las autoridades informaron que 15 personas murieron en Chiapas, donde fue el epicentro y ubicado al sudeste de Oaxaca.
El gobierno federal declaró tres días de duelo y Alejandro Murat, el gobernador de Oaxaca, dijo que las celebraciones del Día de la Independencia de México –la noche del 15 de septiembre– serán suspendidas en el estado. Más de dos días después del terremoto, las violentas réplicas seguían sacudiendo a Juchitán. La gente pasó una segunda noche durmiendo en las calles, en las aceras derruidas, en los patios o agrupándose en canchas de baloncesto y estacionamientos.
La ubicación del Estado de Oaxaca, literalmente es la cintura de la República Mexicana, le permite conectar en 300 kilómetros al Golfo de México, con el Océano Pacífico.De ahí que el Gobernador Alejandro Murat, retoma la idea en un afán de enderezar el rumbo de Oaxaca y la visualiza como la parte logística de una de las zonas más importantes del mundo, precisamente ahora que el Gobierno Federal ha iniciado el programa de Zonas Económicas Especiales para impulsar el desarrollo económico interno y facilitar el comercio internacional aprovechándose de las posibilidades del sur y sureste de México.
Hoy el gobernador trabaja arduamente para reconstruir las zonas dañadas por el terremoto, día y noche cientos de trabajadores de Gobierno estatal salen a las calles de los municipios afectados para dar atención médica y de servicios diversos a la población. Amén de los apoyos sociales y alimetarios que han venido ofreciendo a los miles de damnificados. Alejandro Murat Hinojosa brinda pues una efectiva atención a los oaxaqueños afectados, demostrando su responsabilidad como gobernador y su compromiso con el servicio a los que menos tienen.