Psicólogos y Psiquiátras.
A tres días de que el Gobierno de la Ciudad de México que se implementó a través de la Secretaría de Salud el programa “Estoy Contigo”, se ha otorgado apoyo de atención psicológica y psiquiátrica a 150 personas que padecen problemas emocionales como consecuencia del sismo ocurrido el pasado 19 de septiembre.
El doctor Alejandro Córdova Castañeda, responsable del programa de Salud Mental de la SEDESA, destacó que la estrategia que se realiza en conjunto con el Instituto Nacional de Psiquiatría "Ramón De La Fuente Muñiz", la Asociación Psiquiátrica Mexicana y la Asociación Psicoanalítica Mexicana, ha tenido una aceptación importante en poco tiempo, ya que también se han incorporado más de 400 profesionales de la salud mental voluntarios, para lo cual, han sido capacitados en intervención en crisis y manejo de primeros auxilios psicológicos con un enfoque en situaciones de desastre.
Córdova Castañeda, informó que las principales causa de atención son por estrés ansiedad, estrés agudo, estrés postraumático y depresión, y el 60 por ciento de los casos corresponden a mujeres.
Las personas que reciben atención por partes de las brigadas interinstitucionales de psicólogos, psiquiatras y especialistas voluntarios, son de los albergues instalados cerca de zonas de derrumbes, que han sido ubicadas en domicilios, que fueron canalizadas por el centro de atención telefónica Medicina a Distancia 2132 0909 o que se han presentado en los centros de atención, uno de éstos, la Clínica Especializada Condesa, ubicada en Benjamín Hill número 24, Colonia Condesa.
La línea Medicina a Distancia 5132 0909, es un punto enlace y contención muy importante para el programa “Estoy Contigo”, dijo el especialista, porque las personas que llaman, en este caso por presentar secuelas de impacto emocional y psicológico por el temblor, expresan de manera inmediata su problema emocional, se canalizan sus emociones y eso permite que se desahoguen.
Al ser referidos a la Clínica Condesa, los expertos hacen una valoración de fondo, determinan cuál es su estado de salud metal y la medidas de atención que requiere, se procede a una intervención psicoterapéutica y sólo en caso de ser necesario con tratamiento farmacológico, detalló el especialista de la Secretaría de Salud de la CDMX, doctor Alejandro Córdova.
Agregó que las reacciones por causa de un temblor son normales en casi todos, como es el miedo, estrés inmediato y la angustia, no obstante, si pasan hasta cuatro días y la intranquilidad persiste y crece en una persona, es momento de pedir ayuda a los especialistas, con el fin de resolver esos síntomas y evitar pasar a los otros trastornos.
Explicó que si una persona tiene la sensación de que algo va a pasar, esta tensa, tiene insomnio, come de manera compulsiva, no se concentra, es probable que pase por un trastorno de ansiedad.
Si tuviera tristeza constante, llanto frecuente, un sueño difícil en la noche y exceso de sueño en el día, pérdida de apetito, la sensación o sentimiento de culpa y lo más graves, con ideas de muerte y suicidas, ya está en un proceso depresivo.
Si los problemas aparentemente ya pasaron, pero persisten los síntomas de angustia y estrés, y cada vez con un estímulo recuerda el sismo como si estuviera sucediendo, como subir a un edificio u oír un ruido que asocia con la alarma sísmica, entonces la persona entró en un problema de estrés postraumático.
Recomendó a las personas que presenten alguna inestabilidad emocional o sensaciones de angustia, expresarlo con los padres, pareja, hijos, amigos o persona de confianza, para generar puntos de fortaleza en sí mismas para superar los síntomas de crisis y no se conviertan en nuestro propio enemigo.
Tampoco los padres de familia deben ocultar a la niña o al niño lo que pasó o minimizar el temblor, ya que ellos experimentan miedo e incertidumbre, porque saben que está pasando. Recomendó darles seguridad, confianza y cariño, jugar con ellos, dejar que se acerquen a uno y duerman juntos, a fin de que expresen si pasan por un cambio específico, algún temor, problema para dormir o pesadillas.
“Si dejan que se manifiesten a través de las formas que ellos se puedan expresar las emociones y llevarlo con el especialista para una atención profesional”, agregó.