Cirugías sobrevivientes
El doctor José Antonio Peñafort García, Jefe del Servicio de Ortopedia del Hospital General Balbuena de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de México, expresó su satisfacción por la entrega total y absoluta de todo el personal médico, como fue en todos los hospitales de la red, de disponer de todo el tiempo, con el único objetivo de poner el máximo esfuerzo y responsabilidad para salvar a víctimas del temblor del 19 de septiembre.
Le tocó encabezar intervenciones quirúrgicas en seis pacientes que llegaron con traumatismo de extremidades, algunos casos con politraumatismos que ponían en riesgo la vida, como fue el caso de la niña Selene Ramos Montiel, de 9 años, de Iztapalapa, quien tuvo una fuerte hemorragia provocada por una fractura de un hueso que forma parte de la pelvis.
Selene resultó lesionada junto su hermanito Antonio, de 12 años, por la caída de una barda de su casa; todo sucedió cuando la niña empuja a su mamá para que no le cayera la construcción durante el temblor.
Sin demeritar la atención de los adultos, el doctor dijo estar orgullo por lo logrado junto con el personal de urgencias, cirugía general y de ortopedia, salvar a la niña que perdía signos vitales, mediante un correcto y adecuado manejo quirúrgico de la fractura y el sangrado. Selene y Antonio fueron referidos posteriormente a los hospitales Pediátricos Villa y Aragón para recibir atención especializada y de recuperación.
En una situación de emergencia tan importante que atender, Peñafort García destacó como en todos los casos, la disciplina, la organización y la integración de un gran equipo, un sello que ha caracterizado al Hospital Balbuena, de ser un “Hospital seguro” en sus protocolos.
“Aquí hicimos una labor de equipo, del cual me siento orgulloso. Afortunadamente, tuve la fortuna de atenderla y su evolución ha sido satisfactoria”, expresó.
El especialista también estuvo a cargo de las cirugías realizadas a Maribel Quintana, quien al igual, sufrió la caída de una barda de su casa en Xochimilco; María de Jesús Ibáñez, quien se cayó de las escaleras de su casa en Tláhuac mientras corría con sus hijos; de la usuaria del Metro, Liliana López Granados, que tropezó en las escaleras de la estación Santa Anita; de dos policías caídos de la zona de juzgados en Venustiano Carranza, entre otros casos.
Al respecto, el Dr. Gabriel Alberto Mejía Consuelos, jefe de Cirugía General del mismo nosocomio, opinó que el hecho de que las pérdidas de vidas en relación al sismo de 1985 sea menor, se debe en mucho a que ya se tiene una gran cultura para atender este tipo de desastres, estamos mejor organizados como sociedad y como hospitales de la ciudad.
Refirió que los hospitales de la SEDESA han avanzado en la perfección de respuestas a las emergencias de los sismos, como ocurrió este 19 del septiembre, donde destacaron en primer lugar en el rol de referencias, urgencias y atenciones, como se demostró en el Balbuena que activó en lo inmediato los protocolos de orden, organización y seguridad para el recibimiento de pacientes, con énfasis a los casos de traumatismo y politraumatismo.
Coincidió en que durante y después del temblor, en todo el personal, desde el área de admisión, camilleros, médicos, enfermeras, trabajadoras sociales, cirujanos, así como pasantes, prevaleció la responsabilidad en la atención de los afectados. “Se respondió en forma óptima, profesional y humana, independientemente de los riesgos”, apuntó el Dr. Mejía Consuelos.
Como en todos los casos, en el manejo de traumatizados, se dio un servicio multidisciplinario de cirugía general, terapia, ortopedia traumática y medicina interna para que salieran adelante, agregó, al comentar que el Balbuena tiene una tasa de mortalidad menor del 13 por ciento en pacientes de este tipo, en comparación con otros hospitales del país, incluso de Estados Unidos.
Por ello, agregó, como en numerosos casos de pacientes atendidos, con múltiples fracturas y con pocas posibilidades de sobrevida, para la institución y el personal es una gran satisfacción haber podido salvar a decenas de lesionados del sismo, sobre todo aquellos en los que su estado de salud era clasificado como delicado o grave y casi todos fueron dados de alta.
Los hospitales generales y pediátricos de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad de México, resolvieron las eventualidades de la emergencia provocadas por el sismo con protocolos de orden, seguridad y profesionalismo, lo cual es básico para salvar vidas, destacaron sus médicos especialistas al narrar sus experiencias.
Tal es el caso del Hospital General Balbuena que registró el mayor numero de captación con 126 personas lesionadas, sin registrar decesos; en segundo lugar el General Xoco con 70 y Rubén Leñero con alrededor de 40 atendidos, desde lesionados, traumatizados de extremidades y poli traumatizados por caídas, derrumbes y por quedar atrapados entre los escombros.