Autodestape circense de Xóchitl Gálvez

La que se mostró tal cual es en plena emergencia por la reconstrucción de la Ciudad de México, es la delegada en Miguel Hidalgo.

Y es que Xóchitl Gálvez, aprovechando la influencia de su padrino Santiago Creel en Televisa, lo urgió para que le agendara una entrevista, de esas híper light, en alguno de sus informativos con mayor rating.

El nivel bullanguero, argüendero y alburero de la folklórica ex funcionaria Foxista solo le alcanzó para el nada despreciable matutino “Las Noticias con Paola”.

Experta en aprovechar cámaras y micrófonos para posicionarse, la delegada se puso el disfraz de trabajadora -guantes de carnaza, botas y casco de minero- para demostrar que, como política, es notable actriz de reparto.

Aunque se notó que nunca ha movido ni un cable para desazolvar el baño de su casa, la émula de Fox aprovechó para autodestaparse y tratar de que la tomen en cuenta como aspirante a contender por la jefatura de gobierno en el 2018, por el

inefable Frente Ciudadano por México, la alianza electorera PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

Fue un vil montaje circense de autopromoción política, como todos los que orquesta la jefa delegacional en Miguel Hidalgo, bien aprendidos de la escuela de sus padrinos políticos para vivir eternamente del erario.

Sin embargo, hay varias preguntas que hoy le formulan los miguelhidalguenses a esta primera actrizn:

¿Dónde quedó su promesa de que nunca renunciaría antes de culminar su periodo de gobierno? ¿Dónde sus críticas a su antecesor por chapulín y brincar de un cargo a otro sin importarle la gente? ¿Dónde su promesa de hacer de Miguel Hidalgo

la mejor delegación?

Y lo más importante: ¿dónde están los resultados de su gestión como delegada para aspirar a un cargo superior?

Lo que hoy públicamente se sabe de su administración es que dejó de ser la delegación número uno en transparencia, rendición de cuentas, seguridad y atención de servicios urbanos.

También es la que menos obra pública ha edificado, de las que más han sufrido inundaciones en temporada de lluvias y en la que se detectó el mayor desvío de recursos públicos federales, casi 100 mdp, según publicó la Auditoría Superior

de la Federación.

Lo evidente es que la principal preocupación de doña Xóchitl no es la gente sino ¿cómo seguir viviendo del erario?

Y es que cuando el PAN, partido que la hizo delegada, la abandonó “por indiscreta”, Xóchitl coqueteó incluso con su antagónico, Morena, y se puso a las órdenes de Claudia Sheinbaum.

Pero hoy, cuando calcula el escenario y el tamaño de la fractura del PAN no puede ahondarse más, se juega el todo para tratar de arrebatar una candidatura que le queda muy grande y muy distante.

Lo cierto es que, por encima de la congruencia y la honestidad, la lucha por el poder los hace iguales a tod@s.

Ojalá por lo menos la señora Gálvez cumpla su promesa pública de donar su casa de la Ciudad de México, si se retira del cargo antes de culminar su mandato. Igual lo olvidó, porque así se les resbalan las promesas a los polític@s que trabajan