López Obradordeslenguado Sin calidad moral para opinar
Con qué calidad moral se atreve Andrés Manuel López Obrador inmiscuirse en acciones jurídicas cuando fue un fósil de la UNAM que reprobó cuando menos 18 materias, y ahora habla de acciones que solo entienden por su acervo jurídico los abogados avezados en Derecho comparado.
Tras la destitución de Santiago Nieto como titular de la Fepade que generó una serie de controversias que evidentemente se notó “la mano que mece la cura” desde el control del Estado fue para ir construyendo el gran escándalo del nuevo milenio, es con la finalidad para que el PRI se mantenga en la Presidencia de la República, cual fuese su ungido candidato en ciernes.
Pero el político tabasqueño, emulando a la chachalaca de Vicente Fox, debería de ser moderado y mantener la boca cerrada porque cada vez que la abre, la riega y no tiene asesor alguno a su alcance que realmente le jalen las orejas por su total desconocimiento en temas que solo dominan los abogados.
decir, si bien de forma coloquial al referirse a Santiago Nieto de quien dijo que “no supo aguantar”, el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, volvió a cometer otra pifia al “adornarse” ante sus simpatizantes que poseen un perfil ciudadano común y corriente.
Sin que reparara de ese público a quien se dirigía, pero bien sabe el tabasqueño a quién le dirige sus críticas que es, en suma, al propio sistema del Estado mexicano, insistió en la descentralización del aparato burocrático del gobierno, echándose una nueva puntada de trasladar la matriz de Diconsa al estado de Zacatecas.
Si López Obrador insiste en dispersar todo el aparato burocrático de la Ciudad de México donde se asientan los tres Poderes de la Unión, convertirá a todo el país en “un desmadre” porque quienes protesten deberán realizar viajes infructuosos al interior de la república, sin hallar de forma inmediata, respuesta de las autoridades federales.
Eso, hablando de que López Obrador llegara a ser Presidente de la República, cosa que los observadores críticos lo ven muy difícil porque con su anhelo de destrozar a toda la unidad de la república, habrá por ahí un fanático emanado del Estado que tenga la orden precisa de pegarle un tiro al muy estilo Colosio. De eso no han duda que podría ser así.
Si Colosio veía a un México con sed de justicia, cuando menos a López Obrador recibiría dos plomazos de la tatema por andar retando al sistema corrupto que ha gobernador a través de una dictadura Perfecta, a todo México.
Y hablando del “burro con orejas”, para Andrés Manuel el sustituto del depuesto Santiago Nieto al frente de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), debe ser un abogado honesto, recto, independiente y se debería pensar en algún miembro del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, que sin mencionar su nombre, su mansaje iba dirigido al Doctor Constitucionalista Jaime Cárdenas Gracia, quien ha sido diputado federal recalcitrante.
La prensa mexicana hace referencia en el sentido que la salida del funcionario, para López Obrador “no supo aguantar, resistir; le faltó aplomo, seguramente fue sometido a fuertes presiones. Pero así es como se templó el acero, si no se aguantan las presiones no puede uno estar en un cargo de dirección o en la administración pública; no hay que dejarse presionar por nadie, hay que defender siempre lo que se considera justo: pero no aguantó”.
El vivillo de López Obrador aprovechó la coyuntura para confundir al foro donde expresaba una perorata “sin ton, ni son”, al reafirmar su admiración por Claudia Sheinbaum, coordinadora del partido Morena en la Ciudad de México y eventual candidata a la jefatura del Gobierno de la Ciudad de México para el periodo 2018-2014, pero núcleo desconcentrador monrealista de la unidad morenista.
“Lo digo para que quede claro: desde luego hay quienes no la ven con buenos ojos, pero también se debe de garantizar el derecho a disentir; una cosa es que no les guste Claudia y otra cosa es que no sea nuestra representante”, justificó
Dentro de su cacofonía y sueños lunáticos y guajiros, López Obrador afirmó que “si hoy fueran las elecciones presidenciales en México, el candidato de Morena triunfaría con 15 puntos de ventaja sobre su más cercano competidor (…)”.
Sin embargo, reconoció que la lucha y el triunfo electoral serán difíciles, a pesar de que hay condiciones como nunca, mucha gente está deseosa del cambio, en las encuestas que ser realizan, la mayoría de la gente simpatiza con Morena.
Pero acotó que desde luego no podemos confiarnos, porque estamos enfrentando a un grupo de intereses creados muy poderoso, que no quiere dejar de robar, que no quiere cambiar al régimen corrupto porque a ellos les conviene que continúe la corrupción, las injusticias, los privilegios.
Y hablando de supuestos robos, la sociedad que es más crítica porque en cafés, cantinas y centros de convivencia se escucha que “no cabe duda, López Obrador cada día enloquece más porque quiere a wuiwui llegar a ser
Presidente de la República”, no ha aclarado la procedencia ilícita de cómo se hizo multimillonario con la construcción de los segundos pisos. Han pasado los diez años de rigurosa “secrecía” y no ha emitido juicio aclaratorio alguno.
Si mantiene sus posturas de opacidad y de seguir burlándose del pueblo mexicano, el señor López Obrador, no tendrá la oportunidad ni para llegar por la vía del Metro, a Los Pinos. Así no. López Obrador tiene la obligación de conducirse con la verdad, pero como el tabasqueño le encanta vociferar a los cuatro vientos, no tardará el más perezoso que atente contra su humanidad.
Y dentro de las facetas que merecen estudios siquiátricos, el ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México aseguró que aspira a ser como los grandes presidentes de México: Francisco I. Madero, Lázaro Cárdenas del Río “y desde luego, seguir el ejemplo del mejor presidente que ha habido: Benito Juárez. No como Santa Anna o como Salinas o como Peña Nieto. Vamos a seguir el ejemplo de los mejores presidentes de nuestra historia”, presumió finalmente.