Garantizar las libertades Fundamentales ciudadanos
La protección de los datos personales es un derecho consagrado en el artículo 16 de nuestra Carta Magna, cuya finalidad es garantizar la privacidad y buen uso de la información de los individuos.
La emisión, registro y resguardo de los datos de las personas, además del espacio natural que representa el Registro Civil, se encuentran en instituciones públicas como el INE, el IMSS, el ISSSTE, la CONDUSEF y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, pero también en privadas como son las Instituciones de Seguros y Fianzas, las Sociedades de Información Crediticia, las Sociedades Financieras, las Instituciones Bancarias, los Sistemas de Ahorro para el Retiro, así como múltiples Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo y, por supuesto, en las redes sociales.
Si bien La Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares establece diversas disposiciones y sanciones cuyo propósito es evitar que la información de las personas se encuentre circulando o publicitándose por medio de vías electrónicas o medios de comunicación, se ha observado que el robo o usurpación de los datos de identidad es una de las conductas que lejos de inhibirse, se incrementa con suma facilidad en nuestro país.
Situación que genera graves peligros, toda vez que deja a los individuos expuestos a ser víctimas de fraudes financieros, usurpación de identidad o sufrir extorsiones y secuestros.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros, CONDUSEF, a diciembre de 2016 se habían registrado 78 mil 788 reclamaciones por posible robo de identidad, mientras que el fraude cibernético ascendió a 1 millón 765 mil 654 casos.
Las cifras revelan la magnitud de este problema, por lo que la Iniciativa que pongo a su consideración tiene el propósito de blindar a la sociedad al incorporar en la norma mayores sanciones para quien violente las condiciones de la política de privacidad de datos personales, además de especificar lo que se entiende como manejo o uso indebido de la información.
Solo así podremos establecer una verdadera cultura de la protección de datos y crear conciencia de los riesgos que implica su mal manejo.