No hay aún una política de Innovación social en México

Cada vez se ha vuelto más evidente que los tomadores de decisiones deben considerar a la ciencia y la tecnología en la elaboración de políticas públicas, pero hay además un concepto: la “innovación social”, que permite estimular y aprovechar el potencial creativo de la sociedad para enfrentar y resolver problemas.

En las instalaciones del Foro Consultivo Científico y Tecnológico se llevó a cabo ayer la reunión de la Red de Innovación Social en México “Conformando Redes” para discutir la agenda y los compromisos para 2018.

Uno de los aspectos que se abordaron en la sesión fue definir qué es la innovación social, porque como reflexionó Pablo Fregoso, consultor del Foro Consultivo, para poder vender un producto hay que tenerlo bien definido, y la única forma en que la innovación social se irá insertando en los espacios donde puede causar impactos positivos, es entendiéndolo desde la raíz.

Muchos problemas son invisibles para quienes tienen el potencial para solucionarlos debido a que no existe un espacio natural donde se encuentren la oferta y la demanda de soluciones. La Red de Innovación Social busca generar esos espacios. Su objetivo es dar visibilidad a demandas sociales latentes y desestructuradas y conectarlas con soluciones innovadoras escalables y rentables, dijo Fregoso.

Comenzar a difundir el término es fundamental, porque en México aún no hay una política de innovación social, hay que construirla, y una de las formas de hacerlo es conociendo más a fondo las experiencias en otras naciones que le permitan al país generar una agenda de política pública.

Al respecto, la embajadora de Italia en México, Emilia Giorgetti, presente en la reunión, ofreció toda su colaboración para crear los nexos necesarios entre ambos países.

La falta de presencia de la innovación social en las políticas públicas se ve reflejada en la carencia de programas que la impulsen, y en la baja cantidad de apoyos y concursos enfocados a ella.

Por otro lado, Sagrario Hernández, fundadora de la empresa Crea Potencial, reflexionó que actualmente en el ámbito de las políticas públicas “las propuestas que se presentan no necesariamente ubican o identifican la oportunidad o el problema que se quiere resolver. Parece que están muy desvinculadas la idea del cambio o mejora que se propone con el problema”. En contraste agregó, la innovación social trae encima la resolución de un problema muy específico y concreto.

La Red de Innovación Social en México tiene muy claros los retos a los que se enfrenta, y en el interés de llevarlos a buen término formó comisiones que se enfocarán en diversas áreas de oportunidad necesarias para insertar a la innovación social en la mente de todos, y específicamente en la de los tomadores de decisiones.

Algunas de ellas son fomentar la creación de incubadoras (Fab Labs), la vinculación intersectorial proactiva, nuevos modelos de negocio y desarrollar el talento educando y profesionalizando a los estudiantes.

“No está claro para la sociedad qué es innovación social o innovación o qué tiene que ver la ciencia con la vida cotidiana. La idea es recoger la opinión de los ciudadanos, y que este grupo se convierta en promotor de una Agenda Ciudadana de Ciencia, Tecnología e Innovación”, concluyó Laura Villavicencio, coordinadora del Concurso Nacional del Vive conCiencia.